Colirio para los ojos: tipos y cómo usarlo
¿Algo molesta tu visión? Entonces, es vital asistir a una cita oftalmológica para detectar las razones del malestar, curarlo y prevenir que se vuelva a producir. Considera que en muchas ocasiones, la solución es aplicar colirio para ojos, según lo indique el médico.
Este tipo de tratamiento alivia gran variedad de afecciones oculares. Desde infecciones graves hasta situaciones más comunes, como irritaciones, ojos secos o enrojecidos. Dependiendo de la afección, se pueden conseguir con o sin récipe médico.
Esto lo indicará el especialista después de la evaluación de tu caso. Además, según el medicamento, es posible que necesites usarlo por un periodo prolongado o breve. De igual manera, lo importante es que sigas las instrucciones del experto, durante todo ese tiempo.
¿Qué es un colirio y cuál es su función?
Es una medicina oftalmológica líquida, indicada para tratar diversos problemas visuales. Específicamente, se trata de una combinación de sustancias que se presenta en forma de suspensión estéril, con características acuosas u oleosas.
Existen diferentes tipos, algunos genéricos y otros ideados para afecciones específicas, ocasionadas por la exposición prolongada al polvo, el ordenador o al sol. Aunque, siendo más específicos, facilita el diagnóstico de enfermedades y, también, los procesos terapéuticos.
Se consigue en cualquier farmacia, usualmente en frascos pequeños. De este modo, es fácil trasladarlo siempre en tu bolso y aplicarlo cuando necesites atacar el malestar o refrescar la vista.
Tipos de colirios y sus usos
Las molestias oculares se deben atacar con el colirio adecuado. Por las distintas combinaciones químicas y principios activos, no se recomienda utilizar un solo ejemplar para diferentes afecciones, pues posiblemente no encuentres alivio para tu malestar.
También, algunas gotas son de uso específico, por lo que es necesario tener a la mano la prescripción del médico. Teniendo esto en mente, es importante que conozcas los tres tipos de colirios más comunes que existen, según las causas y síntomas de tu malestar. Veamos:
1. Colirios sin receta
Recurre a ellos si sientes un malestar ordinario o de poco riesgo. Por ejemplo, resequedad o irritación. Para adquirirlo no necesitas la autorización o receta de un oftalmólogo. Algunos colirios de este tipo son:
Lágrimas artificiales
Principalmente, son grandes aliadas para lubricar los ojos e intentar aumentar la agudeza visual. Sentirás que las necesitas cuando la vista se canse de tanto leer o por pasar mucho tiempo expuesto al viento o al sol.
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Para ojos enrojecidos
¿Fuiste a la piscina o estuviste sentado cerca de una fogata? Es normal que veas tus ojos exageradamente rojos. Elige unas gotas de este tipo, para reducir los vasos sanguíneos de la esclerótica. Aplícalas un par de veces. Si ves que el ojo sigue igual, consulta a tu médico
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Colirios para alergias
Disminuyen la cantidad de histamina que se instala en los tejidos de los ojos, debido al efecto de las alergias. Al darte cuenta de que tienes lagrimeo excesivo, comezón o irritación, aprovecha estas gotas.
En cambio, si la alergia es más grave y requieres de un colirio específico, seguramente necesitarás visitar a un especialista para que te recete: gotas que estabilicen los mastocitos, corticosteroides, antiinflamatorios no esteroides o antihistamínicos orales.
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2. Colirios con receta médica
Tienen un alto contenido de agentes antibióticos en su fórmula. Por esto, antes de su aplicación es necesario que un oftalmólogo determine el tipo de bacteria o virus que afecta la salud visual del paciente. Después, establecerá la sustancia adecuada y el modo de empleo.
Toma en cuenta que el uso exagerado de este medicamento acarrea efectos secundarios graves, como la aparición de otras patologías. Por lo tanto, sigue las indicaciones del experto. Estos son los colirios con receta médica más comunes del mercado:
Bactericidas
Combaten las bacterias que se alojan en la capa externa del ojo. Generalmente, una de las zonas más afectadas es la córnea. Dada su importancia, sigue las instrucciones del oftalmólogo. Este medicamento es una alternativa a la tetraciclina o penicilina
Bacteriostáticos
Detienen la propagación de las bacterias, gracias a la acción que ejercen los agentes activos sobre las infecciones. El tratamiento se suele recetar acompañado de otro colirio para detener el malestar.
Antibióticos
Son gotas que sirven para complementar el tratamiento de las infecciones. Según el virus o bacteria, el doctor indicará cuáles y cómo debes usarlos. Además, es probable combinarlos con alguna pastilla.
3. Colirio ciclopléjico
Lo usan directamente los expertos en salud ocular, debido a que tienen una sustancia que sirve para dilatar las pupilas. Dado este motivo se conocen como agentes midriáticos. Entre ellos, encontrarás:
Para la Irritación del iris
Como sabes, el iris controla de forma natural la dilatación de las pupilas. Sin embargo, esta acción se ve afectada cuando el órgano está irritado. Si este es tu caso, el especialista recetará este tipo de colirio.
Dilatación de las pupilas
No es un colirio que se recete como tratamiento. Nos referimos a las gotas más comunes que usan los profesionales antes de explorar el ojo. Están elaboradas para dilatar las pupilas y proceder con el diagnóstico respectivo durante un examen oftalmológico.
Inflamación de la córnea
Es un colirio antiinflamatorio creado para paliar los malestares que causa, específicamente, la inflamación de la córnea ocasionada por virus y bacterias.
Colirios anestésicos
Se emplean antes de ejecutar un procedimiento quirúrgico. Es decir que, lógicamente, la única manera de proceder con su aplicación es por prescripción médica. Además, es vital colocar la cantidad exacta, porque en exceso pueden ocasionar otras molestias posteriores.
Cómo ponerse las gotas de colirio en los ojos
No importa cuál es el tipo de colirio que quieres aplicar. Lo que sí importa es que te relajes y practiques los siguientes cuatro pasos. Verás que dejará de ser un desafío y cada vez será más fácil aplicar colirios a los ojos.
Paso 1: sigue instrucciones
Generalmente, es indispensable cumplir con el horario y la cantidad de gotas indicadas. De haber algún problema con esto, infórmalo inmediatamente a tu médico para que adapte el tratamiento.
Ahora bien, otra indicación fundamental es esperar de 3 a 5 minutos para aplicar varios medicamentos en la misma área. Por otro lado, antes de salir de la consulta pregúntale a tu doctor si puedes refrigerar el colirio, ya que esta técnica es ideal para sentir la gota cuando cae.
Paso 2: prepárate
Lava tus manos antes de manipular el gotero y retira los lentes de contacto, a menos que el oftalmólogo haya dicho lo contrario. Si estás listo, agita el envase antes de sacar la tapa. Ojo, no toques la punta, porque se alojarán bacterias y el producto no servirá.
Paso 3: coloca la sustancia cuidadosamente
Deja la ansiedad y coloca la cabeza hacia atrás, mirando para arriba. Puede ser útil que veas a un punto en específico del techo para evitar la zozobra. Ahora, con una de tus manos, hala el párpado del ojo hacia abajo para atrapar la gota y apunta hacia esa zona.
Luego, aprieta la botella de forma suave, manteniendo el pulso para que el líquido caiga en el lugar correcto. Recuerda evitar cualquier contacto entre la botella, el ojo o el párpado.
Si se produce algún problema por la ansiedad, recurre a este método alternativo: pedir ayuda a alguien más. Puede ser un familiar, amigo o vecino. También, existen dispositivos que han creado para asistir al paciente en este momento.
Paso 4: mantén los ojos cerrados y no parpadees
Cuando sientas que las gotas cayeron en el ojo, ciérralo y aprieta suavemente el conducto lagrimal, durante uno o dos minutos. De esta manera, el globo ocular absorberá la sustancia. Seguidamente, limpia las otras zonas que se mojaron con un pañuelo limpio.
Quizás debas repetir los pasos 3 y 4 por indicaciones del oftalmólogo. No temas y verás que cada vez será más sencillo. Termina este amargo momento para algunos, lavándote las manos antes de volver a tocar tu cara u otros medicamentos.
Algunos efectos secundarios del uso de colirio en los ojos
Luego de colocar la gota de colirio en el ojo afectado, es normal que te sientas un poco aturdido por las molestias que genera la sustancia. Además, la sensación de picazón es muy común, así que no uses las manos para aliviarla. Deja que actúe y pronto pasará.
Por otra parte, probablemente cuando abras los ojos veas que todo está borroso. Esto ocurre por la cantidad de líquido que se queda dentro del ojo. Mantenlo abierto, trata de enfocar los objetos por cuenta propia y poco a poco verás todo con más claridad.
Por otro lado, es menos frecuente que se produzca irritación en la zona. Ciertamente, esto no debería suceder. Sin embargo, respira y ten calma, porque esto también debería pasar en unos minutos. Pero, si alguno de estos síntomas se complica, consulta con tu médico.
De este modo, mantén la calma cuando trates de detener una afección visual con la aplicación de colirios para los ojos. Sabemos que el tratamiento es incómodo en todas las etapas, aunque si sigues las indicaciones del especialista, pronto tu vista volverá a ser óptima.