¿Cómo elegir lentes polarizados?
Muchas personas se impresionan cuando manejan o pasan demasiado tiempo al aire libre. Esto pasa porque los rayos solares se propagan en todas direcciones y cuando rebotan en una superficie generan ese efecto visual, que dificulta la distinción de los objetos.
Las gafas polarizadas tienen la capacidad de bloquear el resplandor que se forma sobre zonas mojadas, pulidas o transparentes. Por eso, son útiles para viajar por carretera, ir a la playa, realizar deportes acuáticos, montañismo y otro tipo de actividades en espacios abiertos.
Pero no solamente son convenientes para quienes andan constantemente en automóvil, disfrutan del mar, caminan por la naturaleza o ejercen un oficio en el agua, sino para cualquiera que se sienta ofuscado por la luminosidad exterior.
Si sufres de intolerancia a la luz o te sometiste recientemente a una operación de cataratas, estos lentes te proporcionarán mayor comodidad y visibilidad. ¿Por qué? Están diseñados para proteger la vista de los molestos reflejos naturales.
¿Por qué se llaman polarizados?
Se denominan así porque tienen incorporado un filtro hecho con material de policarbonato. Su función es obstaculizar el brillo reflejado que provoca el deslumbramiento, ya sea a través del cristal, el metal, el agua de mar o de la piscina.
Ese revestimiento funciona como una especie de persiana o rejilla que absorbe total o parcialmente las ondas luminosas que vienen desde esos puntos. De modo que no puedan refractarse ni crear el contraste intenso que tanto fastidia y resulta incluso peligroso.
¿Cómo lo hace? Permitiendo que pase únicamente un pequeño porcentaje de luz polarizada. Es decir, la que se propaga en un plano o dirección específico, mientras que el resto de las vibraciones electromagnéticas son absorbidas por la capa antirreflectante.
De ahí que sigas viendo destellos atenuados y tengas menos problemas a la hora de conducir un vehículo. Al disminuir la disparidad entre el objeto y el fondo brilloso, es posible que lo distingas con más facilidad y reacciones anticipadamente a un peligro determinado.
¿Qué diferencia a estos lentes de las gafas sin polarizar?
Ambas oscurecen un día soleado, pero las que tienen cristales polarizados ofrecen mayores ventajas a los usuarios. ¿Por qué? Neutralizan la brillantez superior que encandila cuando te encuentras con una fuente luminosa muy intensa.
Por lo tanto, esfuerzas menos la vista, evitas la fatiga y ves con mayor nitidez las imágenes. Eso hace que la conducción y realización de tareas diurnas sea más segura y placentera, porque no hay esa sensación lumínica que te ciega.
El filtro funciona las 24 horas y tiene diferentes grados de protección, por lo que se ensombrece en función de lo que necesitas para obtener el confort visual. Además, la fina lámina que se le coloca puede ser neutra o graduada.
Las que carecen de esa película no filtran toda la luz. Lo notas porque el deslumbramiento no te deja ver con la misma claridad que lo haces cuando usas las que sí la poseen. Requieren menos trabajo para fabricarlas y su valor suele ser inferior que el de lentes polarizados.
Limitaciones de la polarización
Son pocos los inconvenientes de este tipo de espejuelos, pero uno de los más comunes es que al mirar las pantallas de cristal líquido, conocidas como LCD (por sus siglas en inglés) o de visualización frontal (HUD), las imágenes son distorsionadas o no se ven.
Esto ocurre, por ejemplo, cuando intentas leer algún texto en un dispositivo móvil hecho de ese material (celulares, tablets, relojes). También si ves el cuadro de mando de algunos automóviles mientras conduces, lo cual resulta riesgoso ya que podría provocar un accidente.
Otra de las desventajas es que no ofrecen protección para cualquier disconformidad. Si inclinas la cabeza es probable que te lleguen los reflejos de luz horizontal, haciendo que tu visión no sea óptima en un momento determinado.
La versión polarizada también tiene limitaciones en cuanto a algunos tipos de anteojos y graduaciones. De allí, que no siempre sea posible usarla. Para saber si te conviene optar por estos modernos visores, debes consultarlo con tu oftalmólogo.
Situaciones idóneas para su uso
Estas gafas son un gran complemento para una serie de personas. Quienes las requieren son aquellas que conducen mucho, practican alguna actividad deportiva al aire libre o laboran en lugares acuáticos. Por ejemplo, los salvavidas, pescadores y surfistas, entre otras.
La principal razón es que tienen mayor riesgo de sufrir daños oculares por sobrexposición a los rayos ultravioleta (UV) y dispersión de la luz resplandeciente en los ojos. Usarlas proporciona una visión sin reflexión, al menos horizontal, que es la más frecuente.
El efecto que causan al mirar con ellas el agua es similar al de un espejo, lo que permite ver el fondo del mar o río claramente. En carretera, eliminan el resplandor que se produce en el asfalto, metal o parabrisas del auto, inclusive en los días nublados.
Sin embargo, hay ciertos reflejos que no se deben eliminar porque aportan información importante. Por ejemplo, el que se proyecta en la nieve. Debido a su característica particular permite a los esquiadores detectar placas de hielo.
Una alternativa para los fotofóbicos
Las personas con fotofobia también necesitan usar lentes que las ayuden a disminuir la incomodidad producida por ciertos niveles de iluminación. Bien sea procedente del cuerpo celeste o de fuentes artificiales fluorescentes o incandescentes.
Este síntoma relacionado con diversas afecciones o reacción a algún medicamento, hace que no toleres esas formas de energía y te duela la cabeza. Por otro lado, ocasiona molestias oculares tales como:
- irritación,
- sequedad,
- lagrimeo,
- dolor al parpadear.
Un día radiante, el resplandor del televisor, la pantalla del teléfono, computadora o la fluorescencia de un aviso publicitario en la vía pública, pueden desencadenar ese problema y obligarte a entrecerrar o cerrar los ojos para repeler la claridad.
Las gafas fotocromáticas son eficaces en estos casos porque se aclaran y oscurecen según la cantidad de luz presente en el ambiente. Pero, las polarizadas ofrecen protección adicional, pues evitan los reflejos que reducen la capacidad visual al estar en el agua o la arena.
¿Cómo saber si te sirven para la vida diaria?
Aunque estos anteojos están disponibles para la venta con o sin prescripción médica, lo ideal es que antes de comprarlos te hagas un chequeo oftalmológico. Esto para asegurarte de que estás haciendo lo correcto por tu salud visual.
¿Tienes un defecto refractivo como?
Es posible que ameriten graduarlos para tener una vista más relajada y cómoda. El especialista te dirá el color y categoría de filtro que deberías utilizar dependiendo de tu condición ocular.
No todas las graduaciones permiten la polarización que incluye varias capas de policarbonato. Este material tampoco funciona para todo tipo de cataratas. Así que si presentas esta patología debes saber primero por qué tu ojo está perdiendo transparencia.
Asimismo, es importante verificar si contienen suficiente protección contra las radiaciones UV. Algunos bloquean el brillo intenso, pero no evitan las quemaduras solares tan perjudiciales para el órgano visual. Puedes optimizarlas añadiéndoles componentes fotocromáticos.
Maneras de identificarlos para no comprar los erróneos
Existen muchos modelos de gafas de sol, pero no todas cumplen las características necesarias para una protección real. De allí que mucha gente se confunda al momento de adquirirlas o se guíe por lo que está de moda en lugar de su utilidad.
Las que contienen elementos polarizantes, es decir, que alteran la intensidad de las ondas luminosas, se reconocen generalmente porque llevan una “P” en el lente, o la palabra “polarized” grabada en la parte inferior de las varillas.
Otra forma de comprobar si contienen el filtro especial, es colocando el cristal frente a una pantalla LCD. Al girarlo, verás que se aclara y oscurece en determinados ángulos. Eso significa que está polarizando la luz.
Comprarlas en establecimientos certificados te dará la garantía de que no es falsa. Hay numerosos comercios informales que ofrecen estos accesorios a un bajo costo, pero se trata de copias de mala calidad.
Beneficios extras de los lentes polarizados
Llevar puestos estos espejuelos no solo evita el cansancio visual habitual, sino que también te ayuda en situaciones específicas. Por ejemplo, al navegar e ir de pesca, ya que ves mejor debajo de la superficie del agua y aprecias de manera más natural los colores y formas.
También te permiten visualizar mejor el campo de golf antes de dar el golpe y detectar rápidamente hacia dónde se encuentra la caída. Igualmente, mejora la concentración al volante, así como el tiempo de reacción ante ciertas circunstancias como el frenado.
Por otro lado, retrasa el envejecimiento de los párpados, las arrugas y la pérdida de elasticidad de la piel, al proteger estas áreas de la radiación aún en la sombra. Salvo que se rompan o astillen no pierden su funcionalidad con el tiempo.
Si sientes que tu sensibilidad a la luz ha aumentado, es probable que se deba a otro factor: una enfermedad subyacente que la provoque o la graduación de los lentes. En ese caso, acude al oftalmólogo para que los revise y efectúe las recomendaciones pertinentes según tu caso.