Conjuntivitis: Tratamientos, Síntomas y Tipos
Ojos rojos, lagrimeo constante, secreción, ardor, picazón y dolor son algunos de los síntomas que podrían indicar que sufres de conjuntivitis. Esta es una afección ocular muy común que suele presentarse a cualquier edad tanto en adultos, jóvenes como en niños e incluso recién nacidos.
Esta patología oftalmológica originada en la conjuntiva del ojo se puede producir por varios factores: virus, bacterias, alergias o reacciones a medicamentos u otras sustancias químicas que causan irritación en la zona ocular. Aunque molesta, raramente es una afección grave.
La conjuntivitis puede ser contagiosa o no dependiendo de las causas que la originaron. Por ejemplo, si la patología es causada por un virus, el paciente puede contaminar a quienes tengan contacto cercano con él; caso contrario ocurre con la alérgica que normalmente no se contagia.
Por lo tanto, tomar un reposo de tus actividades regulares solo dependerá del diagnóstico de un oftalmólogo. Es importante que ante cualquier síntoma no te automediques y acudas al especialista puesto que el tratamiento será diferente para cada tipo de patología.
¿Qué es la conjuntivitis?
La conjuntivitis es una patología oftalmológica causada por la inflamación o infección de la conjuntiva, membrana fina que recubre la parte blanca del ojo (esclera) y el interior del párpado. Esta capa fina y transparente contiene vasos sanguíneos que al dilatarse provocará ojos rojos.
La dilatación de los vasos sanguíneos es producto de cualquier infección o inflamación, por eso es normal que al padecer conjuntivitis tus ojos parezcan que están inyectados de sangre y en casos menos severos, la parte blanca de tu ojo se tornará de un color rosado o rojizo claro.
Aunque se puede presentar a cualquier edad, es más frecuente en niños en edad escolar, preescolares, estudiantes universitarios, profesores y cuidadores en guarderías debido a que por la cercanía física y contacto directo en el salón de clases son más propensos a contraer un virus.
La conjuntivitis te puede alarmar y asustar cada vez que veas el aspecto de tus ojos frente a un espejo; pero tranquilo, no hay de qué preocuparse si vas al médico, sigues el tratamiento indicado y tomas las precauciones para no empeorar tu cuadro. La mayoría no presenta complicaciones.
Los síntomas suelen ser bastante incómodos, por lo que la reacción espontánea es llevarte las manos a los ojos para intentar calmar el picor o limpiar la secreción. Sin embargo, esto no es una buena idea porque lejos de aliviar el malestar, podrías contaminarlo más si tus manos están sucias.
Síntomas de la conjuntivitis
Los síntomas de los pacientes con conjuntivitis pueden variar según la causa y tipo de patología contraída, convirtiéndose en leves o más severos, pero generalmente la sintomatología básica está presente en la mayoría de los casos clínicos diagnosticados por el médico oftalmólogo.
Enrojecimiento de la zona ocular
Una de las principales señales de alerta es el enrojecimiento de los ojos. Por lo general la parte blanca del ojo se torna de un color rosado, rojizo y en casos más graves puede parecer que el ojo fue inyectado con sangre.
Inflamación
La inflamación de la conjuntiva es un signo característico de la patología, de ahí que las personas presentan dolor e hinchazón moderada en los párpados, lo que a su vez provoca sensación de pesadez al parpadear.
Sensación de arenilla
A menudo los pacientes con conjuntivitis manifiestan que tienen un “intruso en el ojo”, lo describen como una sensación de tierra, partículas de basura o polvo, o un cuerpo extraño que suele causar picor e irritación en la zona ocular.
Fotofobia
La sensibilidad a la luz es otro de los síntomas comunes de los diagnosticados con conjuntivitis. Esta intolerancia puede provocar dolor y molestia en la vista y aunque la fotofobia es leve en estos casos, se trata de un síntoma que debe tratarse.
Secreción
Este es uno de los principales síntomas de la conjuntivitis y uno de los más molestos también. La producción de fluidos generalmente amarillentos o verdes (dependiendo del tipo) se hace presentes en el conducto lagrimal.
Costras
Este signo es un derivado de la secreción de fluidos, puesto que cuando estos se secan se forma una costra en párpados y pestañas, lo que se traduce en una especie de pegamento, especialmente al despertar, al momento de abrir los ojos o parpadear.
Lagrimeo
Los pacientes con conjuntivitis suelen tener mayor producción de lágrimas, con la excepción de que en la mayoría de los casos ese lagrimeo constante es más espeso porque viene cargado de secreción de fluidos e incluso pus.
Picazón y ardor
Ya sea por la secreción, sensación de arenilla, las costras en pestañas y párpado o el lagrimeo constante, los pacientes van a presentar la necesidad casi irremediable de rascarse el ojo con urgencia y ahínco para aliviar la comezón y el ardor.
Cómo se contagia la conjuntivitis
Esta patología visual puede ser causada por virus, bacterias, hongos, amebas, parásitos, alérgenos y en otros casos por sustancias irritantes como vapores químicos, humo, gases, polvo, mal uso de los lentes de contacto; entre otros.
La conjuntivitis adquirida por virus o bacterias son las más contagiosas, debido a que estos tipos de microbios se transmiten muy fácilmente de persona a persona de distinta manera, a través de múltiples canales que sirven como vehículo transportador del microbio contaminado.
La forma más común en que una persona infectada contagia a otra es a través del aire, puesto que al toser o estornudar expulsa partículas contaminadas con el virus o bacteria, las cuales entran en el organismo de la persona sana. Así que si estás infectado, toma precauciones al toser o estornudar.
Este contagio también ocurre por medio del apretón de manos. Por ejemplo, siguiendo la siguiente escena te frotas los ojos, no te lavas las manos y se las das a otro. Este último no está consciente de la presencia de los virus y se toca los ojos, contagiándose.
Por otro lado, a las vías de contagio se suma tocar una superficie o cualquier objeto contaminado -celulares, control de televisor, un teclado de la computadora u otro artefacto que tenga los microbios propios de la conjuntivitis- y luego tocarse los ojos sin antes lavar las manos.
Tipos de conjuntivitis
Conjuntivitis vírica
Este tipo de conjuntivitis es de las más frecuentes. La provocan algunos de los virus similares a los de la gripe u otra infección respiratoria. Puede venir acompañada de los síntomas típicos de una influenza o resfriado común, la mayoría de los casos no presentan complicaciones.
Es de alto contagio a través de las gotículas expulsadas por medio del estornudo o tos, de ahí la importancia de cubrirse con la parte interna del codo al toser y estornudar, no tocarse los ojos y lavarse muy bien las manos antes de llevárselas a la cara o tener contacto con otra persona.
La conjuntivitis vírica puede comenzar en un solo ojo y a los días presentarse en el otro. Los síntomas característicos son lagrimeo constante, picazón e irritabilidad e intolerancia a la luz. Esta afección desaparece entre una y dos semanas, aunque se puede extender hasta tres semanas.
Para los tipos de conjuntivitis originados por los virus del herpes simple o varicela, el médico indicará medicinas antivirales específicas para evitar que el caso se complique. Es importante aclarar que el uso de antibióticos no mejorará el cuadro porque no están indicados para virus.
Una vez superada la patología, tu vista no tendrá ningún tipo de secuela.
Conjuntivitis bacteriana
En este tipo de conjuntivitis la secreción es la protagonista. Se caracteriza por la presencia de fluidos espesos y pegajosos de color amarillo o verde amarillenta en la parte interna de la zona ocular, producto de las bacterias. Generalmente ambos ojos resultan afectados.
La mayoría de los pacientes producen abundante secreción de estos fluidos espesos y pastosos que ocasionan una costra que funge como pegamento en las pestañas y párpados. Por esta razón es común que si pasas algunos minutos con los ojos cerrados, tengas dificultad para despegarlos.
A diferencia de la conjuntivitis vírica, la bacteriana no se contagia por la expulsión de gotículas de saliva sino que se infecta a través del contacto directo por el tacto. Es decir, la puedes contraer súper rápido luego de haber tocado un objeto infectado y luego llevarte las manos a los ojos.
El oftalmólogo podría indicar antibióticos en cremas de uso tópico o gotas oftalmológicas para combatir la bacteria. Generalmente, los pacientes vulnerables son los que tienen el sistema inmunológico deprimido y que ante la presencia de bacterias podrían padecer complicaciones.
Sin embargo, si el caso es leve no se amerita un tratamiento agresivo y los síntomas comenzarán a mejorar entre el segundo y quinto día. La afección desaparecerá por completo en dos semanas.
Conjuntivitis alérgica
La conjuntivitis alérgica es causada por la reacción a un agente alérgeno como los ácaros de polvo, moho, hongos, polen de las flores, plantas, pastos y malezas, tierra, y pelaje de animales domésticos como conejos, gatos, perros, así como también alergia a alguna comida, medicamento o cosméticos.
No es contagiosa, puesto que su agente etiológico es un desencadenante muy particular en cada persona. Puede ser muy frecuente en la estación de primavera y generalmente desaparece cuando el cuerpo no está en contacto con el alérgeno.
Los síntomas de la conjuntivitis alérgica son sensibilidad a la luz, inflamación lagrimeo, ardor y picazón en toda la zona ocular. Asimismo, puede estar acompañada de otros síntomas alérgicos como mucosidad, congestión nasal, picazón de la punta de la nariz e irritación de la garganta.
Usualmente, en este tipo de conjuntivitis los dos ojos resultan afectados. Los síntomas se pueden aliviar con antialérgicos y gotas oculares que contengan antihistamínicos y vasoconstrictores tópicos; pero será el médico oftalmólogo que indique el tratamiento a seguir según lo amerite.
En este caso lo más importante es determinar qué produce la alergia, porque una vez identificado podrás apartar el agente alérgeno consiguiendo que todos los síntomas disminuyan. Asimismo, si la conjuntivitis es estacional podrás tomar las previsiones necesarias en primavera.
Otros tipos de conjuntivitis
La conjuntivitis también se puede presentar como una reacción a ciertos medicamentos o el contacto con sustancias irritantes como elementos químicos, gases, vapores, humo, polvo, humo del cigarrillo y hasta el cloro de la piscina, que causan la inflamación de la conjuntiva.
Es importante destacar que, al igual que en la afección alérgica, la conjuntivitis provocada por sustancias irritantes no es contagiosa. Los síntomas principales son el ardor, picazón, lagrimeo constante y, dependiendo el caso, secreción acuosa o espesa en un solo ojo o ambos.
Otro de los factores que pueden desencadenar una inflamación de la conjuntiva es la presencia en el ojo de cuerpos extraños, maquillajes y la intolerancia a los lentes de contacto o mal higiene al usarlos.
En este sentido, si utilizas lentes de contacto ya sea por estética o para corregir un problema de visión, debes ser muy cuidadoso con la higiene. Lavarse bien las manos antes de ponerlos y quitarlos, limpiar el portalentillas y no prestarlos bajo ningún motivo son algunas de las reglas.
En caso de presentar cualquier síntoma asociado a la conjuntivitis acude a un especialista y no te automediques.
Cómo curar la conjuntivitis
Aunque tu primera impresión al verte los ojos en el espejo sea de espanto y los síntomas te causen mucha molestia, la buena noticia es que hay un tratamiento para cada tipo de conjuntivitis que, si se cumple con rigor, al cabo de unos días sentirás alivio y en unas semanas estarás curado.
Si la conjuntivitis es vírica en la mayoría de los casos no se necesitará un medicamento en específico, sino que el propio organismo eliminará en el transcurso del tiempo. Sin embargo, para aliviar los síntomas puedes utilizar compresas de agua fría en el ojo durante varias veces al día.
Caso contrario ocurre con la conjuntivitis bacteriana donde generalmente el oftalmólogo receta el uso de antibióticos para combatir la bacteria que causa la inflamación de la conjuntiva. Estos medicamentos antibióticos pueden aplicarse en pomadas o gotas oftalmológicas.
Por otra parte, la conjuntivitis alérgica es tratada con antialérgicos que no solo aliviarán las molestias en los ojos, sino que también mejorarán los síntomas adicionales que la suelen acompañar como estornudos, congestión nasal, tos alérgica, irritación en la garganta; entre otros.
Es de vital importancia que visites a un especialista ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, porque el médico será quien diagnostique cuál tipo de conjuntivitis padeces y si adicionalmente estás presentando otras patologías oculares como ojo seco, blefaritis y más.
Conjuntivitis en recién nacidos y niños
Esta patología visual no distingue género ni edad, por lo que la conjuntivitis también se presenta en recién nacidos y niños en edad escolar. En el caso de los recién nacidos hay que prestarle especial atención y en el primer síntoma o señal de alerta llevarlos de inmediato al pediatra.
La conjuntivitis en recién nacidos puede originarse por una infección, irritación u obstrucción del conducto lagrimal. La atención médica es vital puesto que la conjuntivitis por infección puede resultar muy grave en los bebés.
Párpados hinchados, enrojecidos y sensibles más la secreción en la zona ocular son indicios de que algo no está bien en la salud visual de tu bebé. Generalmente, los neonatos con conjuntivitis expulsan fluidos de sus ojos desde el primer día de nacido hasta las próximas dos semanas.
La conjuntivitis infecciosa por virus o bacterias se transmite al hijo durante el momento del parto. Si la madre tiene una infección de transmisión sexual no tratada como clamidia o gonorrea, al momento de dar a luz las bacterias puede contagiar al bebé, produciendo esta conjuntivitis.
De modo que si sospechas que tienes una infección de transmisión sexual, consulta a tu médico para recibir el tratamiento antes del parto. Como los bebés tienen el sistema inmunológico débil, cualquier afección no tratada puede convertirse en una complicación.
Respecto a la conjuntivitis en niños, es frecuente que se contagien por el contacto cercano que tienen con otros infantes en la escuela o en el jardín. Así que si tu hijo tiene conjuntivitis, es recomendable que no asista a clases para que no infecte a sus compañeros.
Prevención de la conjuntivitis
La conjuntivitis es una patología visual que con las medidas necesarias puedes disminuir el riesgo de padecerla. Lo primero que debes tomar en cuenta es el lavado frecuente de las manos con agua y jabón antes de tocarte la cara y frotar tus ojos.
Asimismo, al toser o estornudar cúbrete con el antebrazo para evitar que tus manos se contaminen o también puedes utilizar pañuelos pero al tocarlo debes proceder al lavado de manos.
No compartas artículos de higiene personal como pañuelos o toallas para las manos y rostro, así como los lentes de contacto con su estuche, cosméticos y brochas de maquillaje. Esto es algo que no debes hacer ni siquiera con tus mejores amigos.
Limpia regularmente las superficies comunes como la mesa de la cocina, manillas de las puertas, pasamanos, control remoto del televisor, ratón de la computadora y teléfono celular a fin de eliminar cualquier bacteria alojada. Estas medidas te ayudarán a prevenir la conjuntivitis.