5 Cambios que sufre la vista en el embarazo

Si estás embarazada, es importante que comprendas cuáles son los cambios vinculados a tu salud visual que experimentarás en esta etapa. Como poco se habla del tema, muchas madres suelen preocuparse cuando empiezan a tener ciertas molestias oculares.

Sabemos que la alta producción de hormonas se asocia a las náuseas, dolores de cabeza, aversión a olores y alimentos, y acidez estomacal, por mencionar algunos. Ahora bien, otro efecto importante que surge son las fluctuaciones en la visión.

Por ejemplo, se relacionan con la baja producción de lágrimas, picazón, sequedad ocular, entre otros. Aun así, si no tienes alguna patología de base, todo esto es normal.

En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre algunos cambios que sufre la vista en el embarazo y te brindamos algunos consejos para cuidar de tus ojos durante este periodo. Continúa leyendo lo que sigue.

5 trastornos oculares que surgen durante el embarazo

1. Visión borrosa

Es uno de los primeros trastornos que aparecerán a causa de los cambios hormonales. Es inesperado, y puede ocurrir de un momento a otro, por lo que quizás sientas miedo. Sin embargo, es temporal. Rara vez es una señal de que algo grave está pasando con tu visión.

Con mayor frecuencia ocurre después del primer trimestre. Aun así, es factible que dure el resto del embarazo. Comienza porque la retención de líquido provoca:

• Cambios de forma y grosor de las córneas;
• Disminución en la producción lagrimal;
• Aumento de la presión intraocular.

Síntomas de la visión borrosa

En todo ese tiempo es posible que los objetos no se vean tan nítidos como es habitual. Tendrás sensación de vista nublada. De hecho, algunas embarazadas experimentan irritación, ojos rojos, dolor de cabeza y otras infecciones oculares.

Recuerda que la visión borrosa suele ser un síntoma de otras enfermedades, que sí son de alto riesgo para tu estado de salud. Entre ellas, preeclampsia o diabetes gestacional. A esto debemos sumar:

• Retinopatía diabética;
• Hipertensión intracraneal idiopática;
• Esclerosis múltiple (EM);
• Tumores, como los adenomas hipofisarios;
• Uveítis.

Prevención de la visión borrosa en el embarazo

Por lo general, es un malestar que no se previene ni trata. Hay medidas que te ayudarán a reducir las secuelas y proteger tu visión. Sigue estas indicaciones:

• Deja a un lado los lentes de contacto, ya que por los cambios en la córnea, posiblemente, no se ajusten correctamente;
• Limita el tiempo que pasas viendo las pantallas de luz azul;
• Busca espacios iluminados cuando leas o trabajes con objetos pequeños;
• Fortalece tus músculos oculares y mejora tu enfoque haciendo ejercicios visuales;
• Haz varios descansos durante el día. Si es posible, recurre a la hora de la siesta;
• Usa anteojos de sol para evitar la sensibilidad a la luz.

2. Conjuntivitis

Es bastante común e inofensiva. Por lo tanto, no sientas temor durante el embarazo, esta afección no es sinónimo de amenaza para ti, ni para el bebé. No obstante, tenemos una mala noticia: el malestar es molesto porque causa sensación de tener algo dentro del ojo.

¿Cuáles son las causas? Las mismas que afectan a las mujeres que no están embarazadas. Claro que en tu estado, las probabilidades de que aparezca son más altas, pues tu sistema inmunológico está dedicado a proteger otras zonas de tu cuerpo.

Síntomas de la conjuntivitis

No debes sorprenderte si la zona blanca de tus ojos se torna roja. A esto debemos sumar otros síntomas propios de la afección:

• Sensación de tener un cuerpo molesto en el área. Quizás tengas la impresión de que algo está atascado, de que tienes arena en el ojo;
• Necesidad de rascarse el ojo;
• Picazón;
• Irritación interna o en el párpado que provocará la aparición de costras;
• Hinchazón;
• Dolor;
• Sensibilidad a la luz;
• Secreción de dos tipos. Una acuosa y clara. La otra, pegajosa y amarilla.

Cómo prevenir la conjuntivitis en el embarazo

En principio, las medidas para prevenir la conjuntivitis son básicas. Puedes comenzar por:

• Lavarte las manos;
• Usar antibacterial;
• No compartir cosméticos ni gotas para lubricar ;
• Limpiar la zona con frecuencia;
• Desechar todos los implementos que previamente has usado para tu higiene visual, como toallas y motas de algodón.

Ahora, una vez que aparece, la mejor forma de paliar los efectos es ir al médico oftalmólogo. Esto se debe a que la automedicación no es recomendable, mucho menos en etapa gestacional.

Por otro lado, el especialista debe señalar si es necesario utilizar antibióticos o no. De todas formas, para mantener la infección a raya, antes de tocar los ojos, procura lavar tus manos.

3. Sensibilidad visual a causa de la preeclampsia

Como hemos señalado, algunos de los cambios que afectan tu vista durante el periodo gestacional son leves y temporales. Pero la sensibilidad visual sí es un signo de alerta. ¿Por qué? En muchos casos está relacionada con la preeclampsia.

Esta es una complicación que generalmente aparece en la semana 20 de embarazo debido a problemas de diabetes gestacional o presión arterial alta. Exactamente, indica dos cosas:

• 1. Que el cerebro está inflamado.
• 2. Que se está desarrollando una irritación del sistema nervioso.

En ambos casos, la madre y su hijo corren peligro de muerte.

Síntomas de la preeclampsia

Aunque es una enfermedad grave que necesita de mucha atención, algunos de sus síntomas suelen ser silenciosos. De ahí su peligrosidad. Además, son los mismos de otras enfermedades durante el embarazo. Veamos:

• Presión alta;
• Hinchazón repentina de las extremidades y la cara;
• Proteína en la orina o proteinuria;
• Dolores intensos de cabeza;
• Visión borrosa o intermitencia visual;
• Náuseas, vómito;
• Dolor debajo de las costillas.

Prevención de la preeclampsia

Después de recibir el diagnóstico de preeclampsia, serás remitida a un especialista para que controle de cerca todo el embarazo y te mantenga en constante evaluación.

En la mayoría de los casos, la única manera de terminar con la afección es que se produzca el parto, en la semana 37 o 38. No obstante, por la gravedad hay muchas posibilidades de que decidan adelantar el nacimiento. Mientras esto sucede, deberás:

• Permanecer en reposo;
• Cuidar tu peso;
• Tomar medicamentos para controlar la presión arterial.

4. Dolor ocular

Es común que experimentes dolores oculares. Son producto de los dolores de cabeza ocasionados por incomodidad, malestares físicos y estrés. Usualmente, el dolor ocular está vinculado a la migraña.

Aunque no es motivo de preocupación, no cabe duda de que es bastante molesta. De hecho, aparece en el primer trimestre del embarazo, cuando los niveles de las hormoas, incluido el estrógeno, no se han estabilizado.

Síntomas del dolor ocular

La migraña con los dolores oculares, empezará si:

• No descansas lo suficiente;
• No te mantienes hidratada;
• No comes bien;
• Si te expones a una iluminación muy brillante o intensa en las pantallas, olores fuertes, cambios del clima.

Ahora bien, experimentarás:

• Dolores palpitantes en la cabeza y detrás de uno de tus ojos;
• Sensibilidad a la luz;
• Visión borrosa;
• Náuseas y vómitos;
• Rechazo a olores, movimientos y sonidos.

Prevención del dolor ocular

Llevar un embarazo con calma es la única medida para prevenir la migraña y los dolores oculares. Como es normal que te sientas así, lo mejor es que descanses, te mantengas alejada de las luces brillantes y tomes mucha agua.

No obstante, si nunca has tenido dolores oculares similares, visita a tu especialista para descartar afecciones peligrosas, como:

• Sangrado cerebral;
• Meningitis;
• Tumores;

En casos leves, posiblemente, te receten calmantes no farmacológicos. El objetivo de esto es evitar causar daños al feto, ya que muchas de esas sustancias atraviesan la placenta.

5. Ojo seco

La montaña rusa de emociones que causan las hormonas no pedirá permiso para hacerte sentir los desmanes del síndrome del ojo seco. Así como podrías llorar de un minuto a otro, podrías sentir sequedad en la vista. De todos modos, no te alarmes, es inofensivo.

Este es un efecto secundario y fisiológico más, producto de los cambios que estás atravesando. En este sentido, se ven alteradas tus membranas mucosas y las glándulas sebáceas de tus ojos, encargadas de:

• Lubricar el área con lípidos;
• Producir membranas delicadas para proteger y humedecer el ojo.

Síntomas del ojo seco

La falta de sueño, la deshidratación y pasar muchas horas frente a las pantallas aumentan las posibilidades de que sufras de ojo seco. Esto desencadenará:

• Ardor e irritación en toda la zona;
• Dolor ocular;
• Sensibilidad a la luz;
• Pesadez en los ojos;
• Ojos rojos y llorosos;
• Confusión en los colores de los objetos;
• Visión borrosa;
• Aparición en el campo visual de halos, luces intermitentes, flotadores o manchas oscuras.

Prevención del ojo seco

Sabemos que el síndrome del ojo seco resulta bastante molesto, y en especial podría empeorar en ciertas temporadas del año, como la primavera, el otoño y el invierno. Por este motivo, los especialistas aconsejan:

• Comer alimentos frescos;
• Incluir vitaminas prenatales y suplementos específicos para cada etapa del embarazo;
• Evitar lugares secos o, en su defecto, usar humidificadores;
• Tener plantas para que el ambiente se mantenga húmedo y fresco;
• Usar lentes de sol;
• Controlar el tiempo que pasas frente a las pantallas;
• Usar gotas lubricantes.

Excepto los problemas visuales por preeclampsia, esta lista abarca afecciones que no son peligrosas ni duraderas. Sin embargo, es propicio que te hagas la idea de que posiblemente permanezcan durante el resto de tu embarazo.

¿Qué hacer? Mantener la calma, porque es natural que tus hormonas hagan su trabajo para que todo se reordene en tu organismo en pro del crecimiento del bebé. Aunado a esto, recuerda que tu médico es el indicado para acompañarte en el proceso.