¿El maquillaje es perjudicial para salud visual? Aprende cómo evitar afecciones
Para muchas personas, especialmente las mujeres, la belleza de los ojos es muy importante. Por eso, suelen utilizar sombras, delineadores, bases, correctores, iluminadores, máscaras de pestañas y todo tipo de cosméticos para que se vean bonitos e impactantes.
Sin embargo, el maquillaje interfiere a menudo con la salud visual, creando incomodidades e irritaciones oculares. Esto ocurre frecuentemente cuando tienes hipersensibilidad a alguno o todos los componentes de esos productos. O sencillamente, no los aplicas de forma correcta.
Las consecuencias más directas son las reacciones alérgicas, el prurito, enrojecimiento, ardor, conjuntivitis o inflamación de los párpados. Por eso, a la hora de intentar embellecerlos, debes estar consciente de lo que vas a colocar sobre la piel y el contorno ocular.
Es decir, asegurarte de que hayan pasado todos los controles establecidos y no tengan ningún pigmento o componente dañino. Además, es necesario seguir ciertas pautas de higiene para evitar que los implementos con los que te maquillas se contaminen.
Repercusiones visuales habituales del uso de maquillaje
En algunas personas, pintarse los ojos provoca un efecto contrario al deseado. En lugar de verse lindos, lucen llorosos, rojos e hinchados. Esto puede deberse a distintos factores. Ya sea una patología que esté afectando el globo ocular o simplemente sensibilidad en esa área.
Si sufres de alergias, lo más seguro es que inmediatamente después de maquillarlos empiecen a lagrimear y sientas alguna molestia. Hay reacciones leves, moderadas y severas. Las dos últimas generan problemas importantes en la visión.
Sobre todo, si te frotas los párpados, lo cual contribuye con el desarrollo de infecciones y suele agravar el cuadro. En caso de utilizar lentes de contacto, ten especial cuidado.
Cuidado con la composición de los productos
Muchos cosméticos contienen sustancias químicas que producen irritaciones y enrojecimiento en la mucosa. Por ejemplo, los que están hechos a base de ingredientes como la parafina, un derivado del petróleo. Y aquellos que contienen óxido de hierro y níquel.
Cuesta quitar algunos con agua, por lo que es necesario el uso de desmaquillantes. Pero, hay soluciones de estas cuyos compuestos también son muy agresivos. Al exponerse continuamente a ellos aumentan la hipersensibilidad y, por consiguiente, las afecciones.
Si cae una gota en el ojo, es probable que diluya la lágrima, ocasione sequedad y escozor. Incluso, los materiales que empleas para aplicarlas como toallitas húmedas o bastoncitos resultan nocivos. Aun siendo hipoalergénicos, no garantizan que no tengan alérgenos.
Estos artículos, hacen que el párpado presente mayor laxitud, debido a la fricción que ejerces para limpiarlos. Esto significa que la piel se estira más, ya sea hacia afuera o adentro. Igual provocan la aparición de bolsas en la parte inferior que le restan belleza a la mirada.
Daños por infecciones oculares
Los productos para realzar los ojos no solamente causan reacciones alérgicas. Del mismo modo, son capaces de originar infecciones por bacterias y hongos. Esto ocurre, generalmente, cuando los usas más del tiempo recomendado por las empresas que los fabrican.
Semejante efecto ocasiona no asear bien los pinceles, brochas y demás aplicadores. O si te acuestas a dormir sin retirar por completo esas sustancias de los párpados y pestañas. ¿Por qué razón? Acumulan patógenos que generan diversas enfermedades.
La conjuntivitis es una de las más habituales, según los oftalmólogos. Esta infección de la membrana ocular hace que la parte blanca luzca bastante enrojecida. Asimismo, causa picor, sensación arenosa o de cuerpo extraño, secreción abundante, inflamación y dolor.
Otros problemas frecuentes son la blefaritis y el ojo seco, los cuales suelen aparecer en un plazo intermedio o largo. Ambos producen síntomas similares como hinchazón, lagrimeo excesivo y disminución de la visión, por lo que requieren tratamiento.
Maneras de prevenir posibles afecciones
Para evitar las alergias e infecciones por causa del maquillaje es fundamental crear una rutina saludable. Esto implica unas reglas básicas, entre ellas, desechar y reemplazar los cosméticos tan pronto expire la fecha de caducidad, y mantener una higiene adecuada.
Por ejemplo, se recomienda cambiar la máscara de pestañas cada tres meses para evitar la contaminación. Especialmente, si ya has tenido una infección previa para no reinfectarte. Lo mismo con los delineadores líquidos, geles y productos cremosos.
Los que vienen en polvo duran más tiempo, por eso son los más aconsejados por los médicos dermatólogos. Incluso, tienen la ventaja de que permiten limpiar su superficie. Si la raspas con cuidado, eliminas las bacterias que van acumulándose.
Se recomienda hacerlo cada tercer mes, para asegurarte de que son inocuos para tus ojos. Una forma de llevar el control, es anotando la fecha en que los compraste en el estuche. De esa manera, sabrás cuántas aplicaciones más resiste y no olvidarás cambiarlos.
Normas de limpieza esenciales
Otra medida que debes tener muy presente es limpiar regularmente los cepillos, esponjas y otros aplicadores. Hacerlo es bastante sencillo y permite eliminar los gérmenes que causan enfermedades. Por ejemplo, residuos acumulados donde crecen bacterias y hongos.
Basta con verter una gota de jabón PH neutro en la palma de tu mano y frotar con suavidad tales objetos. Unos minutos de movimientos circulares harán que salga espuma. Repítelo varias veces y enjuaga con abundante agua hasta que no desprendan más producto.
Es importante que sea tibia, ya que si está muy fría no los limpiará a profundidad. Y si es demasiado caliente los estropea. Luego, ponlos a secar sobre una toalla o papel absorbente. Las brochas y pinceles mojados siempre debes colocarlos en posición horizontal.
De lo contrario, podría quedar agua depositada en el mango, lo cual constituye un riesgo al pasártelos por los ojos. Cuida que no les queden pelos sueltos que se introduzcan en el interior cuando estés maquillándote para evitar daños a la córnea.
Evita prestar tus utensilios personales
Compartir sombras, rímel y otros cosméticos, incluyendo las muestras de prueba que ofrecen en las tiendas, es igualmente peligroso. Muchas infecciones se transmiten por esta vía sin darte cuenta. Esto obedece a que los gérmenes pasan de una persona a otra con facilidad.
Si se lo prestas a alguien que tiene conjuntivitis, un orzuelo o cualquier otra enfermedad, lo más seguro es que al pasarte de nuevo el aplicador te contagies. O si eres tú quien la tienes, se la transfieras a otra cuando usa el mismo delineador o pincel.
En caso de que decidas prestarlos, toma las precauciones necesarias. Por ejemplo, desinfectar bien las piezas antes de volver a usarlas. De igual forma, cuando vayas a un salón de belleza, procura llevar tu propio set de maquillaje.
Estos lugares son propicios para adquirir una posible infección. Nada más imagina a cuánta gente le pasan el mismo lápiz por el contorno. Lo mejor es utilizar aplicadores desechables y uno distinto para cada ojo, a fin de evitar el contagio entre ambos.
Aplicación de cosméticos y pestañas postizas
Saber aplicar correctamente el maquillaje es importante para no autolastimarte. Si pasas el creyón por el margen interior, es posible que se introduzca alguna bacteria en la superficie, o te lesiones con la punta. Incluso, podrías obstruir las glándulas.
También hay que tener cuidado con las pestañas postizas. Esos pelitos artificiales se colocan sobre los párpados con químicos adhesivos. Algunos pegamentos contienen formaldehído, una sustancia capaz de generar alergias y otras afecciones graves en algunas personas.
En algunos casos, ocasionan rasguños o pequeños agujeros en la córnea. Por ejemplo, cuando son muy largas porque las puntas rozan el interior. Adicionalmente, acumulan suciedad y su peso debilita los folículos pilosos.
Eso hace que se caigan las pestañas naturales y no vuelvan a crecer. Además, eleva el riesgo de infecciones y daños corneales al no cumplir su función protectora. Antes de ponerte una extensión, ponte en manos de un profesional y averigua cuál es el adhesivo.
Otras medidas de precaución
Además de adquirir cosméticos que especifiquen de forma clara las sustancias de las que están compuestas, es aconsejable asesorarse con un experto. Tanto el dermatólogo como el oftalmólogo están capacitados para decirte cuáles son los adecuados para ti.
Hay líneas de maquillaje antialérgicas y de excelente calidad, que proporcionan protección. Tienen la particularidad de evitar reacciones adversas, puesto que no contienen elementos irritantes, sino que están hechas a base de vegetales.
La FDA (siglas en inglés de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos), recomienda almacenar estos productos a menos de 85 grados Fahrenheit de temperatura para evitar el deterioro de los conservantes.
Independientemente del tipo de pintura de ojos que uses, debes quitártela a fondo en las noches. Es en ese período cuando más se regeneran las células. Siempre y cuando cumplas con las medidas preventivas, puedes maquillarte con libertad, sin sufrir de enfermedades oculares.