Problemas comunes si usas lentillas y cómo tratarlos

Cada vez es mayor el número de gente que se anima a usar lentillas. La necesidad de usar mascarillas ha disparado las ventas de lentes de contacto entre usuarios de gafas que buscan evitar el peligro que suponen unos cristales empañados.

La sorpresa puede venir cuando este usuario comprueba que las lentillas también se pueden empañar por otros motivos o aparecen efectos adversos como la sequedad en los ojos causada por lentillas.

Estos problemas con los que te puedes encontrar al pasar a usar lentillas tienen, casi siempre, una solución sencilla.

¿Por qué se empañan las lentillas?

Las lentillas se pueden empañar porque se ensucian con sustancias grasas, en lugar de presentar este problema por la condensación del vaho del ambiente o el que exhalamos, como ocurre con las gafas.

También se pueden empañar por la naturaleza hidrofóbica de los componentes de algunos tipos de lentillas, aunque la solución es tan simple como retirarlas, aclararlas con el líquido adecuado y volverlas a colocar.

Las lentes de contacto rígidas permeables son las más propensas a empeñarse porque se realizan con diferentes proporciones de silicona, hidrofóbica, que hace que exista una tendencia a acumular “gotas de aire” que impiden una visión nítida.

Este tipo de lentes están indicados para afecciones severas de la vista, como es el queratocono, y para reducir el problema del empañamiento se pueden tratar con plasma en la superficie de las lentes, o bien usar líquidos de lentillas que reduzcan la tensión interfacial y mejoren el mojado.

Otros problemas comunes por el uso de lentillas y cómo tratarlos

Hay una serie de problemas asociados al uso de las lentillas en general, aunque no suelen deberse tanta a las lentillas en sí, sino a los líquidos necesarios para su colocación y su limpieza. Si te preguntas “por qué me duelen los ojos con las lentillas” o “por qué se me secan las lentes de contacto”, presta atención.

Dolor de ojos por lentes de contacto

Si tus lentillas te causan dolor en los ojos, suspende su uso inmediatamente y acude a tu oftalmólogo o al optometrista. Las causas de este dolor pueden ser muchas, y algunas son serias.

• Puede suceder que no te adaptes al material de tus lentes y te sientas más cómodo con unas lentes blandas.
• También es posible que tus lentes estén mal graduadas.
• Si manipulas mal las lentes y no atiendes a la higiene, tienes todas las papeletas para sufrir una infección ocular.
• Hay mucha gente que tiene alergia a algunas marcas de líquidos para guardar o para limpiar las lentillas. El problema suele estar en el excipiente, pero hasta que identifique qué sustancia te produce la alergia, debes dejar de usar lentillas por la salud de tus ojos.
• Por último, algunas enfermedades oculares cursan con deformaciones importantes en el globo ocular. Estas patologías, junto con el queratocono, pueden hacer difícil que llegues a adaptarte perfectamente a unas lentillas. Consulta con tu oftalmólogo si eres un buen candidato o no para el uso de lentes de contacto si padeces miopía magna, queratocono, astigmatismo o hipertropía en grado muy avanzado.

Me molestan las lentillas porque sufro de ojo seco

Si presentas el síndrome del ojo seco, algunas lentillas van a empeorar tus síntomas si no aumentas la frecuencia de aplicación de tus lágrimas artificiales o su potencia de humectación. También puede suceder que, sin haber padecido antes de ojo seco, notes dolor en los ojos por las lentes de contacto al final del día y sea debido a la sequedad.

En cualquier caso, la solución es sencilla: usa lágrimas artificiales monodosis o multidosis, como prefieras, y escoge las más adecuadas a tu nivel de sequedad ocular cuando usas lentes de contacto durante varias horas al día.

Se me secan las lentes de contacto de manera repentina

En este caso las lágrimas artificiales pueden ser la solución si no se produce la molestia a menudo, pero no está de más que tu oftalmólogo o tu optometrista revise el material con el que están hechas tus lentillas, pues a veces basta con cambiar de marca de lentes de contacto o el tipo del material para decir adiós al problema para siempre. Recuerda que no todos los ojos consiguen adaptarse a cualquier tipo de lentilla.

Las lentillas me causan conjuntivitis

Si la conjuntivitis es vírica o bacteriana, revisa cómo manipulas tus lentillas y sus líquidos, porque hay un fallo en la higiene. Comprueba también que no estés usando líquidos caducados o en mal estado.

Sin embargo, tus lentillas te causan conjuntivitis alérgica, es casi seguro que el culpable sea algún excipiente o conservante utilizado en los líquidos.

En cualquier caso, debes suspender el uso de las lentillas cuanto antes y visitar a un médico para que te dé el diagnóstico certero y, con él, empezar a solucionar el problema.

Las lentillas se realizan con materiales hipoalergénicos, por lo que es casi imposible que presentes una alergia al material del que se componen tus lentillas. No obstante, si así fuera, basta con cambiar de modelo (de rígidas a flexibles o viceversa) o de fabricante.

Quemazón al ponerme las lentillas

Si experimentas quemazón al colocarte tus lentillas de siempre es muy posible que se encuentren contaminadas.

Las lentillas tienden a impregnarse con los líquidos específicos para su uso, con el fin de proteger tus ojos, pero también pueden absorber otros fluidos como aceites, sudor o restos de cremas.

Para evitar esta posibilidad, lávate muy bien las manos antes de manipular tus lentillas y vigila que el jabón no contenga perfumes, pues son irritantes para algunas personas especialmente sensibles.

Notar las lentillas en los ojos

Mucha gente que comienza a usar lentillas necesita unos días para adaptarse, aunque en principio no deberías sentir un cuerpo extraño en el ojo. Si esto sucede podría deberse a que tus ojos no se adaptan a unas lentes de contacto rígidas o, más habitual de lo que parece, a una mala calibración de las lentillas. Si las lentillas están mal calibradas, su curvatura no se corresponde con la de tu ojo y el parpadeo puede desplazarlas causando molestias.

Cuando comienzas a usar lentillas y las sientes en el ojo transcurrido un par de días, retíralas y consulta con tu óptico. Pídele que vuelva a calibrar tu visión para ver si tus lentes han sido hechas a la perfecta medida de tus ojos. En caso de presentar diferentes niveles de dioptrías en ambos ojos, tú mismo vas a tener que fijarte en que no colocas las lentillas intercambiadas, aunque la mala visión te avisaría al momento.

Casi todas las personas que lo necesiten pueden usar lentillas, aunque no todas las lentillas son adecuadas para todos los problemas de visión. Algunas circunstancias particulares como la sequedad ocular o determinadas alergias pueden hacerte creer que no debes usar lentillas, cuando tus lentes de contacto no son el problema. Otras veces es posible que tus ojos no se adapten bien a unas lentes rígidas y agradezcan el uso de las lentillas blandas desechables.

Además, algunas lentillas se empañan, pero la solución es tan sencilla como retirarlas y limpiarlas o pasar a usar otras de un material diferente si es posible. Recuerda que siempre debes manipular tus lentes de contacto y los líquidos que estén en contacto con ellas con las manos perfectamente limpias.

Por último, existen problemas oculares que pueden hacer que, en efecto, tus ojos no se adapten al uso de lentillas. En general estos problemas se acompañan de problemas serios para la salud ocular y suelen terminar resolviéndose o aliviándose en el quirófano, no para que puedas usar lentes de contacto, sino para preservar tu visión o tu salud ocular.