Lagoftalmos nocturno: ¿Duermes con los ojos abiertos?

¿Abres los ojos mientras duermes? Es extraño, porque la característica definitoria del sueño es mantenerlos cerrados. No obstante, este trastorno ocular es más común de lo que imaginas. Se conoce médicamente como lagoftalmos nocturno.

Implica una abertura parcial o total que no es grave si lo tratas a tiempo. ¿Qué es lo peor que te sucederá? En primera instancia, amanecer con ojos secos, irritados o rojos. En algunos casos, también aparecen momentos de dolor.

Ahora bien, cualquiera con estos signos de alerta debe ir a un especialista. ¿El motivo? Más allá de las señales físicas, es una alarma de que el organismo no está funcionando bien. Específicamente, nos referimos a los músculos y nervios faciales.

Entonces, si lo pasas por alto es probable que aparezcan consecuencias que en el futuro serán imborrables. ¿Un ejemplo? Mala calidad del sueño y, peor aún, la ceguera definitiva.

Con esto en mente, es importante que te mantengas atento porque muchos pacientes reportan que no se dan cuenta del padecimiento. De hecho, se enteraron porque alguien más se los dijo, después de observarlos mientras dormían.

Continúa leyendo. En este artículo hallarás información interesante sobre este tema, relacionada con los síntomas y complicaciones de la enfermedad.

¿Por qué cerramos los ojos cuando dormimos?

La retina es un órgano importante en la etapa del sueño. Tiene algunas células que se encargan de procesar la luz. Cuando esto sucede se conecta con el hipotálamo para enviarle esa información e indicarle que es hora de despertar.

Pero en caso contrario, al llegar la oscuridad sabemos que es hora de dormir porque comienza a producir melatonina. Esta es la hormona que le dice a nuestro cuerpo que es el momento de descansar para revitalizarse y calibrar nuestro reloj interno.

Justo en esta etapa entran en juego los párpados. Nunca le damos importancia, sin embargo, son vitales, ya que protegen los ojos de cualquier suciedad que pueda entrar. Además, permiten que la zona se lubrique y, por ende, evitan la sequedad ocular.

Síntomas de lagoftalmos nocturno

Durante el día parpadeamos para que los ojos se mantengan lubricados. Durante la noche, este proceso se detiene y cerramos los ojos para que los globos oculares se mantengan cubiertos con una capa muy fina de líquido lagrimal y, por ende, húmedos.

Por esta razón, cuando despiertas no hay sequedad y las células funcionan correctamente. En caso contrario, sería muy fácil que el ojo se dañe, mediante infecciones o rayones ocasionados por partículas extrañas.

Los síntomas de este trastorno están relacionados con la desecación que se produce en la parte exterior. Incluyen:

• Sueño de mala calidad
• Dolor
• Irritación
• Visión borrosa
• Sensibilidad a la luz
• Enrojecimiento
• Lagrimeo o secreción excesiva
• Picazón
• Sensación de arenilla

Si bien ninguno de estos signos impedirá que duermas, por lo general harán que experimentes inquietud durante toda la noche. De ahí que sientas cansancio cuando despiertes e incluso reportes periodos de insomnio.

Por esto, en caso de que los síntomas sean leves, pero no percibas que duermes con los ojos abiertos, pídele a alguien que te observe. Otra alternativa es que visites al oftalmólogo para que realice las evaluaciones necesarias y haga oficial el cuadro clínico.

¿Quiénes deben tener especial atención y cuidado?

Existe una población que sí evidencia con facilidad los síntomas anteriores. La conforman pacientes con lagoftalmos nocturno en estado avanzado y adultos mayores. Estos últimos resultan afectados porque con los años disminuyen muchas de sus capacidades.

Entre ellas, la de producir lágrimas de calidad capaces de aportar una lubricación adecuada que mitigue las consecuencias de la sequedad. Ahora bien, entendemos que para otras personas más jóvenes esas señales físicas pasan desapercibidas.

Son tan frecuentes y comunes que en el día a día deciden hacer caso omiso. Aunque empeoren en la mañana y mejoren en el día, todas refuerzan el panorama para que el lagoftalmos nocturno empeore cada vez más.

Toma en cuenta que es necesario accionar con rapidez, porque ninguna señal es normal. Visita al especialista y evita que con el tiempo la sequedad dañe la córnea, y aumente el riesgo de que aparezcan úlceras corneales, cicatrices, perforaciones y ceguera.

Causas del lagoftalmos nocturno: condiciones médicas

Por lo general, las personas que tienen los ojos abiertos mientras duermen presentan problemas con los músculos, nervios faciales y la piel que bordea los párpados. Pero, además, hay que considerar aspectos anatómicos y conductuales.

Empecemos por las condiciones médicas. Todas están relacionadas con las patologías que provocan parálisis fácil y, como consecuencia, debilidad muscular en toda el área. Por esto, los párpados no se cierran como estamos acostumbrados. Estas enfermedades son:

• Enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Guillain-Barré
• Parálisis de Bell, en la cual repentinamente los músculos de la cara se debilitan
• Accidentes cerebrovasculares
• Síndrome de Moebius: rara afección neurológica que afecta los músculos que se encargan de controlar los movimientos faciales y oculares.
• Tumores

Aunque son menos comunes, a estas enfermedades se suman algunas infecciones, como:

• Botulismo
• Enfermedad de Lyme
• Varicela
• Enfermedad de Hansen o lepra
• Paperas
• Difteria
• Polio

En esta misma línea, aparecen otras anomalías, traumas físicos y quemaduras químicas que activan la cicatrización de los párpados y limitan su función. De hecho, el penfigoide ocular y el síndrome de Stevens-Johnson son algunas de ellas.

Causas del lagoftalmos nocturno: condiciones anatómicas

Tiene que ver con la mecánica defectuosa de los párpados. Son tres las condiciones. La primera se llama Proptosis o globo ocular abultado. Aquí el ojo sobresale, por lo que se hincha y aumenta el área de la superficie que cubre los párpados. Esto es consecuencia de:

• Trastornos de la tiroides como la enfermedad de Graves
• Afecciones congénitas que afectan la anatomía de la cara
• Tumores

La segunda tiene que ver con párpados cortos o débiles. Esto puede suceder luego de realizar procedimientos quirúrgicos de orden estético que comprometan la altura y el tono de las membranas. Por ejemplo:

• Cirugía de estiramiento de párpados
• La inyección de bótox
• Eliminación de grasa alrededor de los ojos

Y la tercera está relacionada con las pestañas gruesas. Con un tamaño superior al natural, ellas impiden que los párpados se cierren parcial o completamente. Generalmente, esto ocurre como efecto secundario de algunos medicamentos que recetan para tratar el glaucoma.

Causas del lagoftalmos nocturno: condiciones conductuales

Sustancias nocivas como el alcohol, sedantes o drogas, ayudan a que el lagoftalmos se intensifique. Bajo sus efectos es menos probable que controles el movimiento de los músculos de tu cara o percibas que algo no anda bien.

Tratamiento para el lagoftalmos nocturno

¿Tu caso es grave o leve? De esto dependerá el tratamiento al que deberás someterte para paliar la enfermedad. No recurras a la automedicación. El oftalmólogo es el especialista facultado para indicar cómo será el proceso de recuperación.

Además, es probable que otros expertos se sumen para corregir las condiciones subyacentes que provocan en problema ocular. Por ejemplo, si los nervios están afectados, tendrán que consultar con un neurólogo.

Ahora bien. El primer paso es atacar el ojo seco. Para ello, posiblemente, todo comience con lágrimas artificiales para lubricar la zona. Se aplican durante los momentos de vigilia y para ir a dormir, recetarán ungüentos.

En casos avanzados, entrarán en juego algunos elementos como cintas especiales para ayudar a que los párpados se mantengan cerrados durante toda la noche. Otros similares son las gafas y máscaras antihumedad, cuya función es hidratar los ojos.

Si esto no funciona, tomará medidas más severas. Entre ellas, colocar un peso en los párpados superiores externos para ayudar a la gravedad y lograr que se mantengan en su posición correcta.

En caso de que nada de esto tenga efectos positivos, deberán proceder a realizar una cirugía en donde se inserta un implante para que funcione como un peso. Sin embargo, esto último depende de como reaccione el paciente al tratamiento.

Estilo de vida influye

Desde casa también deberás tomar previsiones. Algunas de ellas:

• Duerme con humidificador para evitar que se sequen los ojos
• Aleja la cama del flujo de aire seco
• Procura que la habitación se mantenga a oscuras
• Asegúrate de que estés a una temperatura ambiente de 15,6 a 19,4 °C (60 a 67 °F) para inducir el sueño.
• Hazte de un colchón cómodo para mejorar la calidad de tu sueño.
• Evita sedantes antes de dormir.
• Practica el parpadeo con frecuencia durante el día para que en la noche tus ojos lleguen húmedos.

Como verás, depende de ti que el lagoftalmos nocturno no cause estragos. Acude al oftalmólogo y en la primera consulta encontrarás soluciones. Luego de realizarte la evaluación pertinente, a través de preguntas y exámenes físicos, todo mejorará.

Apenas el médico sospeche que esta es tu condición, comenzará el proceso de diagnóstico. Observará tus ojos, discutirán tu historial clínico (antecedentes familiares, condiciones preexistentes, etc.) y procederán con los métodos de confirmación o descarte.

Si bien, dormir con los ojos abiertos no es grave, con el tiempo empeora. Dedícate a restablecer tu salud ocular con ayuda médica, porque nunca es placentero tener que resolver este tipo de enfermedades cuando las posibilidades son pocas.