Visión borrosa: a qué se debe y cómo puede tratarse

La visión borrosa es un problema muy común en la población actual y, en la mayoría de casos, particularmente cuando es repentina y transitoria, no suele suponer gravedad. Aun así, la sensación de visión borrosa puede resultar muy desagradable y preocupante para quien la sufre, y hará que nos planteemos si es conveniente o no acudir a visitar a un especialista.

Lo cierto es que cualquier deterioro visual, por muy leve que sea, nos supone un gran disconfort y afecta de un modo u otro a nuestra vida cotidiana, por lo que prevenir y tratar la visión borrosa debe ser una prioridad que no debe descuidarse en absoluto.

La visión borrosa supone una pérdida de la agudeza visual que nos puede limitar a la hora de percibir los pequeños detalles, definir los contornos de las figuras, apreciar la distancia correcta entre objetos o incluso diferenciar adecuadamente los colores.

Posibles causas de la visión borrosa

Entre las principales causas más frecuentes de la visión borrosa se encuentran:

• La fatiga ocular debida a un esfuerzo ocular intenso y prolongado, en el que no proporcionamos a la vista el suficiente descanso. Esta situación es muy frecuente por el uso prolongado de pantallas como el ordenador, la tablet, la televisión o el teléfono móvil.
• Sufrir de migrañas o cefaleas que se acompañen de esta sintomatología.
• Cansancio generalizado o crónico, ya sea debido a exceso de trabajo, situaciones de estrés o falta de sueño.
• Exceso de luz, ruido, viento, presión atmosférica y otros agentes ambientales.
• Uso excesivo de los lentes de contacto durante más tiempo del recomendado, lo que provocará la acumulación de proteínas y otros residuos de la película lagrimal en las lentillas.
• Embarazo.
• Toma de medicamentos orales o medicamentos en forma de gotas oculares.

Formas de sufrir visión borrosa

Visión Borrosa Transitoria

La forma más común, generalmente causada por los factores anteriormente mencionados, es la visión borrosa transitoria, es decir, la que únicamente tiene lugar durante un espacio de tiempo relativamente corto. Su aparición suele ser repentina, por acumulación de elementos estresores, y no reviste gravedad en la mayoría de los casos.

Visión Borrosa Permanente

Sin embargo, también existe un tipo de visión borrosa permanente que, normalmente, no va a aparecer de repente, sino a consecuencia de un proceso degenerativo que se produce por causas distintas a la de aparición repentina, y que deben ser valoradas por un profesional desde sus primeros síntomas.

Causas de la visión borrosa recurrente

La visión borrosa recurrente puede ser un indicador de una patología más seria o de afecciones como la degeneración macular, la retinopatía diabética, las cataratas, el glaucoma, los defectos refractivos (miopía, hipermetropía o astigmatismo) y la presbicia o vista cansada.

No podemos dejar de mencionar la posibilidad de que se trate de un accidente cerebrovascular o ictus, lo que nos da una idea de la importancia de consultar inmediatamente a un facultativo siempre que notemos que la visión borrosa se prolonga en el tiempo.

Tratamiento según los casos

Como hemos comentado, la visión borrosa en uno o en ambos ojos puede ser un síntoma de miopía, que es el error refractivo más común y que hace que veamos borroso de lejos. Para corregir la miopía podemos utilizar gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva.

Estos mismos recursos pueden utilizarse en los casos de hipermetropía, cuando enfocar adecuadamente los objetos cercanos puede ser difícil y suponer una gran fatiga ocular. En los casos graves de hipermetropía también los objetos distantes aparecerán borrosos.

También gafas, lentillas y cirugía son las opciones para tratar el astigmatismo, en el que la visión borrosa se da en todas las distancias.

La presbicia suele aparecer a partir de los 40 años, experimentándose visión borrosa de cerca, por ejemplo, cuando se lee el periódico o los mensajes del móvil. Los tratamientos habituales para la presbicia incluyen lentes progresivos, bifocales y gafas de lectura, aunque también existen algunas opciones de cirugía.

Para que las gafas corrijan adecuadamente los errores de refracción y presbicia, lo ideal es incorporar un recubrimiento antirreflejo y lentes fotocromáticos.

En los casos de ojo seco crónico, serán las lágrimas artificiales o gotas lubricantes para los ojos las que más pueden ayudar, como las gotas Acuasis, con alta concentración de hialuronato de sodio.

Durante el embarazo también suelen ser aconsejables. Su uso puede indicarse, además, en los casos de prescripción de medicamentos en forma de gotas oculares que provoquen irritación y visión borrosa, así como cuando la toma de medicamentos orales conlleve como efectos secundarios la sequedad ocular y la visión borrosa.

Una opción muy recomendable cuando existe tendencia a la visión borrosa, es tomar suplementos de vitaminas que ayuden a reponer los nutrientes esenciales para proteger la salud de sus ojos, como Ocuvite Lutein o Vitalux Plus.

Medidas de prevención de la visión borrosa

El tratamiento adecuado de la visión borrosa incluye también medidas preventivas, que se centran principalmente en la prevención del estrés, la ansiedad y el cansancio crónico.

Establecer una dinámica que incluya pausas cortas, de unos 5 ó 10 minutos cada 2 horas de trabajo, puede resultar de gran ayuda. Además, podemos aprovechar ese momento para hidratar nuestros ojos con lágrimas artificiales y relajar la vista mirando a la lejanía.

Una buena higiene del sueño también ayudará, así como practicar diariamente algunos ejercicios visuales como parpadear, enfocar y desenfocar o mirar de derecha a izquierda, de arriba y abajo y de forma circular.

También debemos ser especialmente cuidadosos en el uso de gafas y lentillas, reemplazarlas cuando estén rayadas o viejas, y sometiéndose a revisiones periódicas. Es recomendable el uso de pastillas Enzyme, pastillas enzimáticas para eliminar los depósitos de proteínas de todo tipo de lentillas.

Respecto a las gafas de sol, tendremos que evitar aquellas que no filtren correctamente la luz solar, ya que puede dañar las estructuras del ojo. Debemos siempre optar por gafas debidamente homologadas y que se adapten a nuestras particulares necesidades.

En definitiva, los ojos son unos de los órganos más sensibles de nuestro organismo y deben ser cuidados con delicadeza y continuidad. El exceso de estrés, la falta de descanso suficiente o la no corrección de los defectos refractivos puede ocasionar molestias que afecten en gran medida nuestro rendimiento profesional y nuestra calidad de vida. El uso de gafas y lentillas apropiadas, así como la incorporación regular de lágrimas artificiales en nuestra rutina diaria, nos ayudará a prevenir y disfrutar de una visión relajada y agradable.