Anisometropía: qué es, causas, síntomas y tratamientos
Cuando se sufre de un problema de visión debido a un error refractivo lo más habitual es que afecte a ambos ojos, aunque exista una pequeña diferencia en las dioptrías que presenta cada uno. También puede darse el caso de que una persona presente, por ejemplo, miopía en un solo ojo y en el otro no porque estemos hablando de valores tan bajos como 0.25 o 0.50 dioptrías.
El cerebro es capaz de corregir estas pequeñas alteraciones en la percepción de las imágenes de un ojo con respecto al otro y formar una imagen nítida, conservando la visión binocular, pero cuando estas diferencias son grandes, la visión binocular puede resultar alterada y se habla de anisometropía. La anisometropía supone, por tanto, un problema de visión que se suma a otro u otros ya existentes.
¿Qué es la anisometropía y cuáles son sus tipos?
La anisometropía es el problema de visión que aparece cuando existe una diferencia notable en la graduación de ambos ojos, o bien cada ojo presenta un problema refractivo diferente e importante. De no tratarse, algunos tipos de anisometropía pueden terminar con la pérdida de parte de visión de uno de los ojos por ambliopía.
La clasificación de los tipos de anisometropías varía de unos autores a otros, habiendo quien establece tres grupos de problemas de anisometropía y quien lo reduce a dos. En cualquier caso las clasificaciones pueden ser:
- Anisometropía debida a la presencia de un error refractivo diferente en cada ojo (en uno miopía y en otro hipermetropía, por ejemplo) y anisometropía causada por una diferencia superior a cuatro dioptrías en un defecto refractivo de un ojo con respecto al otro.
- Anisometropía simple, cuando un ojo tiene visión normal pero el otro presenta miopía o hipermetropía;
- Anisometropía compuesta, cuando ambos ojos presentan un misto defecto refractivo, pero con muchas dioptrías de diferencia de uno a otro; y anisometropía mixta, si cada ojo presenta un defecto refractivo diferente.
Causas de la anisometropía
Muchos casos de anisometropía no tienen una causa definida y la diferencia en el tamaño y la forma de ambos ojos es un problema con el que se ha nacido o que se manifiesta en una edad temprana, por lo que las revisiones oftalmológicas en bebés y en niños que se encuentran desarrollando la vista resultan vitales para minimizar estos problemas.
También existen casos en los que la causa de la anisometropía es la formación de una catarata o un error en una cirugía oftalmológica en la que se implantan lentes intraoculares.
La aparición repentina de problemas oculares que se manifiestan con visión borrosa o visión doble puede ser un aviso de un inminente desprendimiento de retina.
En todos los casos, con excepción de quienes presentan estrabismo, la apariencia de los ojos con anisometropía es completamente normal.
Tratamientos de la anisometropía
La elección del mejor tratamiento para la anisometropía depende de la severidad del caso, que se evalúa por la diferencia en el número de dioptrías entre un ojo y otro, y de la edad del paciente.
Mientras el ojo se sigue desarrollando y cuando la diferencia en las dioptrías no supera el valor de 4.0, en cuyo caso ya hablamos de anisometropía severa, la solución conservadora suele pasar por el uso de lentes correctoras. Estas lentes pueden usarse como gafas o bien elegir entre las muchas opciones de lentillas graduadas que existen en el mercado.
La anisometropía severa suele implicar aniseiconía, esto es, una diferencia significativa en el tamaño de las imágenes que se enfocan en la retina. Como resultado, el cerebro puede ignorar la imagen que considere defectuosa o de peor calidad para soslayar el problema que se le plantea, con lo que estaríamos ante un caso de ojo vago en adultos o en niños cuyo origen sería una anisometropía severa.
Cuando hablamos de anisometropía severa o bien en el caso de adultos, que ya han terminado el desarrollo de sus ojos, la anisometropía se puede corregir con cirugía oftalmológica. En el caso de que exista un problema leve o moderado de miopía, hipermetropía o astigmatismo en uno o en ambos ojos, la cirugía con láser suele ser la solución para igualar las graduaciones de ambos ojos (si un ojo tiene una visión correcta, ese ojo no se opera).
Es cierto que con una cirugía por láser puede quedar hasta una dioptría residual transcurridos unos meses tras la operación, pero no siempre es así y, en cualquier caso, el cerebro puede interpretar de manera correcta las imágenes que recibe de cada retina.
Si uno o ambos ojos presentan problemas refractivos importantes, lo más probable es que el cirujano opte por la implantación de una lente intraocular, del mismo modo que se viene haciendo cuando se elimina una catarata en un ojo afectado por otro problema.
Por último, si la anisometropía es causada por un desprendimiento de retina o existe una amenaza importante de este problema, la cirugía a emplear será la que repare el problema retiniano.
¿Qué es ambliopía por anisometropía?
La ambliopía es lo que se conoce de manera coloquial como ojo vago. Se trata de un problema que se suele detectar y corregir en la infancia, aunque también puede aparecer en la edad adulta. En este caso, consiste en aquello que ya hemos explicado: el cerebro, al no saber cómo procesar dos imágenes muy diferentes que proceden una de cada retina, decide ignorar una de ellas.
La ambliopía anisométrica produce una reducción progresiva de la capacidad visual de un ojo. Detectada a tiempo, se puede conservar la visión binocular, muchas veces tan solo con el uso de lentes adaptadas a los defectos del ojo o de ambos ojos.
¿Qué otros problemas se pueden asociar a la anisometropía?
La aniseiconía asociada a la anisometropía severa y que se suele corregir con lentes, y el desprendimiento de retina, el cual requiere un abordaje quirúrgico.
Dado que, con la excepción de los casos de estrabismo, la anisometropía pasa desapercibida hasta que ya ha causado un deterioro en la lesión a nivel cerebral y, por tanto, no se puede corregir, se pone de manifiesto una vez más la importancia de las revisiones oftalmológicas periódicas desde los primeros meses de vida. Todos los casos de anisometropía descritos se detectan en una revisión oftalmológica rutinaria, con lo que se puede poner solución antes de que existan consecuencias irreversibles.