Degeneración Macular (DMAE): que és, síntomas y como prevenir
La degeneración macular es una de las enfermedades de la vista más preocupantes porque sus daños son irreversibles. Con una mayor incidencia asociada a la edad avanzada, por lo que también es conocida como DMAE, el tratamiento de la degeneración macular consiste en la prevención y en la detección precoz para intentar ralentizar su avance.
¿Qué es la degeneración macular?
La degeneración macular es un trastorno que se produce por un daño a los vasos sanguíneos que irrigan la zona más sensible de la retina: la mácula.
Se sabe que en la degeneración macular intervienen factores genéticos y ambientales. Existen, por tanto, una serie de factores de riesgo que son:
- Antecedentes familiares;
- Ser mujer;
- Ser de raza blanca;
- Fumar;
- Llevar una dieta rica en grasas o pobre en antioxidantes, en especial en carotenoides, así como en algún otro micronutriente;
- Se cree que la hipertensión o el glaucoma y el tener los ojos claros también pueden ser factores que propicien la aparición de la enfermedad a edades más tempranas.
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Lo más nuevo en tratamientos para la degeneración macular incorpora la luteína y la zeaxantina a los suplementos y vitaminas para frenar el avance de la enfermedad. No obstante, ningún tratamiento permite recuperar la visión ya perdida, más o menos incapacitante en función del tipo de degeneración macular que presente el paciente y su grado de avance.
¿Qué síntomas tiene?
Para hablar de la degeneración macular y sus síntomas es necesario conocer los tipos de degeneración macular que existen: seca y húmeda.
En ambos casos puede suceder que uno no experimente una merma en la agudeza visual ni zonas del campo visual borrosas al inicio de esta enfermedad, por lo que las revisiones periódicas resultan vitales para detectarla a tiempo y alargar el tiempo en el que conservar una buena visión.
Los primeros síntomas de la degeneración macular son visión borrosa en la zona central del campo visual, pero no en la periférica, a veces manchas negras en esta misma zona y, en ocasiones, las líneas rectas pueden parecer curvas o percibirse de manera equivocada la profundidad o el tamaño de los objetos que enfocamos dentro del centro del campo visual.
Tipos de degeneración macular
Degeneración macular seca
El síntoma más característico de la DMAE seca es la visión central borrosa, que en las etapas iniciales mejora cuando estamos en un entorno con buena iluminación. Los colores tienden a verse opacos, pero si el problema comienza a la vez en ambos ojos, cosa bastante frecuente, podría pasar desapercibido.
A medida que avanza la enfermedad, esa región central se volverá cada vez menos nítida hasta que llegues a necesitar tener un rostro cerca para reconocerlos por sus rasgos.
La pérdida de visión debida a la degeneración macular seca o atrófica no suele ser tan grave como la causada por el otro tipo de DMAE.
Degeneración macular húmeda
La degeneración macular húmeda es la que se suele manifestar con curvaturas en las líneas rectas y manchas negras (una o más) en la zona central del campo visual. Estas manchas tienden a ir aumentando de tamaño, reduciendo cada vez más la zona de visión.
Este tipo de DMAE, si se detecta a tiempo, sí tiene tratamiento. Consiste en inyecciones intravítreas de medicamentos ciertos antiangiogénicos. Se repiten cierto número de veces al año y permiten evitar la ceguera en más del 95 % de casos, recuperando parte visión en uno de cada tres casos.
¿Cómo prevenir la degeneración macular?
La degeneración macular es frecuente a partir de los 60 años, aunque puede manifestarse antes. No produce ceguera total, pero sí ceguera funcional, siendo la causa más frecuente de ceguera entre la población mayor de 50 años en países donde no existen dietas pobres en vitamina A.
Mientras que la degeneración macular seca suele avanzar con lentitud, la DMAE húmeda o exudativa suele tener un comienzo más abrupto y su velocidad de avance es impredecible. En el caso de la degeneración macular húmeda se producen hemorragias y cicatrices en la mácula que hacen aparecer esas manchas negras de manera repentina y, a día de hoy, sin solución.
Se sabe que, en los casos en los que la DMAE afecta a un solo ojo, el otro ojo se verá afectado antes de que transcurran 5 años. Todos estos motivos hacen que la prevención sea el mejor tratamiento junto con el diagnóstico precoz.
Vitaminas para la degeneración macular
En vista de la elevada incidencia de la degeneración macular entre la población adulta, algunos oftalmólogos sugieren que se comience a tomar suplementos específicos desde que se cumplen los 40 años de edad. Otros discrepan.
No obstante, se han visto resultados esperanzadores cuando se prescriben suplementos en las primeras etapas de la DMAE. Estos suplementos suelen contener vitamina A, carotenos variados, Vitamina C, luteína, zeaxantina, cobre y zinc.
Dado que algunos de estos nutrientes son dañinos en exceso y que hay dietas que ya garantizan un aporte suficiente, te recomendamos no consumir vitaminas para la vista por tu cuenta sin antes consultar con tu médico de cabecera o con tu oftalmólogo. Ellos te dirán si necesitas todas estas sustancias o solo algunas y la pauta de uso a lo largo del año.
Peso y tensión saludables
Son dos factores de riesgo que, al menos hasta cierto punto, podemos controlar. Pero no se trata de perder peso o cuidar la tensión arterial cuando el daño en la mácula ya es patente, sino desde la juventud, para alargar lo más posible la edad de comienzo en caso de tener antecedentes familiares o de llegar a ser personas longevas.
Protección frente a las radiaciones ultravioleta
Puesto que con la edad aumenta la posibilidad de sufrir degeneración macular, se cree que la exposición prolongada a las radiaciones ultravioleta del sol pueda ser otro factor que influye en la fecha de inicio de la enfermedad. Esta hipótesis se ve reforzada por el hecho de que los ojos claros son más susceptibles a padecer degeneración macular.
Por tanto, necesitas tener unas buenas gafas de sol y usarlas siempre que sean aconsejables. Dependiendo de donde vivas, podrías necesitar usar lentes protectoras para el sol incluso a diario, en exteriores.
La degeneración macular no causa ceguera total pero sí ceguera funcional, y su mejor tratamiento es la prevención. Si bien es cierto que en el caso de la degeneración macular húmeda sí existe un nuevo tratamiento prometedor, solo es aplicable a los casos detectados a tiempo.
Por lo tanto, vida sana, revisiones oftalmológicas periódicas y acudir rápido a consultar ante cualquier alteración en el campo visual siguen siendo las mejores armas contra la DMAE.