Ojos llorosos: Causas y tratamiento
Los ojos llorosos pueden tener causas de lo más diversas: desde la alergia estacional a la gripe, pasando por el agua de las piscinas o las largas horas frente a pantallas digitales como causantes de tu molestia.
Es cierto que, a veces, uno o ambos ojos producen mayor cantidad de lágrimas de las que son necesarias para lubricar y proteger la parte externa del globo ocular por causas poco lesivas, pero en otros casos un lagrimeo que no remite solo puede ser un aviso y requiere de la consulta con un médico.
Ojos llorosos: por qué me lloran los ojos
Como adelantamos, la respuesta a la pregunta “¿por qué tengo los ojos llorosos?” puede ser muy variada. Estas son las causas más comunes:
Infecciones
Conjuntivitis víricas o bacterianas, uveítis y otras infecciones de las estructuras externas del ojo o de la cara interna de los párpados suelen ir acompañadas de lagrimeo. Con el exceso de lágrimas el ojo intenta expulsar un cuerpo extraño o los restos de leucocitos muertos en la pelea contra el microorganismo causante de la infección.
Ojo seco
Parece una paradoja, pero cuando los ojos no lubrican lo suficiente a causa del síndrome del ojo seco, la conjuntiva se irrita y al final se produce un lagrimeo que acompaña a la sensación de tener arena en los ojos o a una irritación similar a la que podemos sufrir en un día ventoso.
Alergia
Si sufres de alguna alergia que se manifiesta con conjuntivitis no infecciosa, ten a mano pañuelos porque el lagrimeo no suele ser lo que se dice discreto. Tu sistema inmune cree que algo está atacando tu ojo y se defiende como puede, causando una inflamación y produciendo lágrimas como si el alérgeno fuera un virus o una bacteria. También se producen lágrimas para lograr un efecto barrido en el caso de la introducción de un cuerpo extraño, pudiendo ser desde una pestaña hasta partículas de polvo en suspensión.
Recuerda que un cuerpo extraño puede ser una lente de contacto demasiado rígida para tus ojos o mal tallada y que el origen de una conjuntivitis alérgica puede ser causado por alguno de los ingredientes de los líquidos empleados para conservar o limpiar tus lentillas. Si ha sido cambiar de marca y empezar con el lagrimeo, prueba a volver a tu marca de siempre unos días para ver si con solo cambiar eso el problema se resuelve o no.
Síntoma catarral
Resfriados, catarros y gripes pueden cursar con cuadros de conjuntivitis que se resuelven solos al curarse la infección respiratoria.
Obstrucción de un lagrimal
Si el conducto que drena parte de las lágrimas hacia la nariz se tapona, lo que no sale por la nariz se vierte en el ojo, con lo que aumenta, en apariencia, la producción de lágrimas. Este caso puede darse tanto en niños como en adultos.
Fatiga visual
La fatiga visual se produce por estar enfocando durante muchas horas objetos pequeños, o por tener la vista puesta en pantallas digitales, o al forzar la vista mientras lee. Sus síntomas son ojos enrojecidos y llorosos, a veces con cierta sensación de neblina en la vista, que remite al descansar los ojos o tras haber dormido unas horas.
Tumores
Algunos tumores oculares, asociados casi siempre a edades avanzadas, pueden cursar con epífora o lagrimeo intenso. No te asustes si de repente un ojo te llora, pues este es el diagnóstico menos probable.
Tratamiento de ojos llorosos
Si en unos o dos días tus ojos no han vuelto a su estado normal, si ves secreciones que acompañan a las lágrimas o la conjuntiva aparece muy irritada, acude al médico sin demora. Muchas veces, un médico de familia puede prescribirte un tratamiento, porque lo más habitual es que la causa sea leve, pero de no ser así, te remitirá al oftalmólogo para que realice las pruebas pertinentes y sea él quien paute tu tratamiento. Con los ojos no se juega y, por ello, no vamos a darte soluciones que puedan hacerte más mal que bien.
Prevención de ojos llorosos
Estar con los ojos llorando es un incordio. Incluso dificulta que nos concentremos en el trabajo o en el estudio, pese a que sepamos que la causa no es motivo de preocupación, así que imagina cuando uno no sabe por qué le lloran los ojos.
Para prevenir esta sensación desagradable hay que ser muy cuidadoso con la higiene de las manos y prestar atención a los cosméticos y al maquillaje que podamos usar en el contorno de los ojos, pues a veces se difunde hacia dentro. Si usamos lentillas, la higiene debe multiplicarse y si sabemos que sufrimos de conjuntivitis alérgica, habrá un tratamiento que debamos tener en casa para aplicarlo cuando comiencen los síntomas.
Cuando el viento nos irrita los ojos y estos lloran, el simple uso de gafas puede ser la solución. ¿Nunca has usado gafas de sol en invierno? No es ninguna locura, en especial si tus ojos necesitan de una protección extra y no necesitas usar lentes graduadas.
En caso de gripes y resfriados, usa pañuelos de papel desechables, e intenta secar el lagrimeo de tus ojos siempre con un pañuelo limpio, para no extender la infección. Si tienes conjuntivitis, recuerda que puedes reinfectarte con tus propias toallas, mientras que si padeces de sequedad ocular tus lágrimas artificiales deberían ser unas compañeras inseparables, para evitar todo tipo de molestias asociadas a tu condición.
En caso de que se te introduzca jabón o gel de ducha en un ojo, aclara con abundante agua del grifo al instante, y procura que esté a temperatura ambiente. Cuando debas sacar una pestaña suelta de un ojo, puedes acudir a un médico o bien usar la punta limpia de un pañuelo, si sabes cómo hacerlo. Siempre que acerques tus manos a los ojos deberían estar limpias.
Los ojos llorosos, como síntoma, dicen muy poco, pues es algo que se repite con mucha frecuencia ante cualquier alteración o agresión ocular. Para determinar la causa del lagrimeo se deben considerar otros factores pero, ante la duda, acude siempre al médico. Mientras tanto, puedes prevenir infecciones con una buena higiene de manos y de tus lentillas en caso de usarlas, protegiendo tus ojos de agresiones medioambientales y llevando una dieta equilibrada, rica en antioxidantes, en especial en carotenoides.