¿Cómo proteger tus ojos del sol?
¿Durante los meses más cálidos proteges tu piel? Lo mismo debes hacer con tus ojos. Así como aplicas bloqueador para evitar los efectos del sol, es necesario que pongas en práctica las medidas necesarias para que tu vista no sufra afecciones por los rayos UV.
Sí, la radiación causa daños en los ojos, a veces irreversibles. Las cataratas, fotoqueratitis, degeneración macular, pinguéculas y pterigión son algunas de las principales consecuencias de no estar prevenidos, mientras estás en espacios con alta exposición.
Por esto, incluso, en días nublados es inminente que utilices gafas u otra protección ocular adecuada para bloquear definitivamente los rayos ultravioleta. De esta manera, en épocas como el verano podrás disfrutar, mientras reduces el riesgo de padecer estos males.
Toma en cuenta que corres más peligro de sufrir alguna quemadura en tu vista si eres de piel clara, con pecas o tienes el cabello corto y claro por naturaleza. Estas características físicas te ponen en el grupo de personas que deben tomar más precauciones.
Hablemos de la luz ultravioleta
Primero que nada, debes saber que los rayos UV no son visibles. Es decir, no forman parte de esa luz que todos vemos y somos capaces de describir. Esto sucede porque tienen una energía tan alta que no podemos percibir.
Ahora bien, existen tres categorías en las que se divide la radiación UV. ¿Quieres saber cuáles son? Mantente informado este verano y aprende todo lo que debes saber sobre los efectos de la luz ultravioleta en la vista según la intensidad:
Rayos UVC
Son los que irradian mayor energía. Por ende, resultan los más dañinos para la vista y piel. La longitud de sus ondas alcanza desde 100 a 280 nanómetros (nm). No obstante, afortunadamente, la capa de ozono los absorbe en su totalidad.
De ahí tanta preocupación sobre el agotamiento de esta parte de la atmósfera. Y es que su debilitamiento permitiría que esta energía llegue a la tierra y ocasione otros problemas de salud, además de los visuales, a toda la población mundial.
Rayos UVB
Su energía es ligeramente menor a los UVC. Sin embargo, los estragos en la salud son potenciales. De hecho, aun en pequeñas dosis, son dañinos porque la capa de ozono los filtra, pero parcialmente. Su onda alcanza longitudes que van desde los 280 a 315 nm.
Es decir, que estos sí logran traspasar la superficie y llegar a la Tierra. Entonces, al tocar tu piel por poco tiempo, aumenta la producción de melanina y provoca el bronceado. En dosis altas, causan quemaduras, decoloraciones, signos de envejecimiento prematuro y cáncer.
Y en cuanto a la vista, la sobreexposición puede provocar fotoqueratitis, pinguécula y pterigión. En este caso, no aparecen la degeneración macular ni las cataratas, porque el ojo humano es capaz de absorber el 100 por ciento de este tipo de rayos.
Rayos UVA
Estos son los que, precisamente, están más cerca de la luz que ves. Por esto, tienen el potencial de atravesar la córnea y perjudicar el cristalino y la retina de tus ojos. Aquí es cuando aparecen las cataratas y se producen las condiciones para la degeneración macular.
Relación entre la luz del sol y tu salud ocular
A pesar de estos datos, no está bien que solo te enfoques en que la exposición al sol es perjudicial para la salud. Por el contrario, la luz natural tiene efectos positivos, si proteges tus ojos de los efectos de los rayos UV.
Por ejemplo, ayuda a conciliar el sueño. Las células en nuestros ojos, que son sensibles a la luz, participan de manera preponderante en los ciclos de vigilia que se producen de manera natural en el cuerpo.
Estos procesos son importantes a medida que envejecemos y, en ocasiones, aparece el insomnio. Además, los niños también se benefician de pasar momentos al aire libre expuestos al sol, porque la luz beneficia su desarrollo. Así que, solo resta tomar las medidas preventivas necesarias.
Factores que aumentan el riesgo de exposición al sol
Los daños que genera la exposición a los rayos UV se incrementan o potencian por los siguientes factores:
- Medicamentos que aumentan la sensibilidad del cuerpo a la radiación ultravioleta. Entre ellos: tetraciclina, diuréticos, píldoras anticonceptivas y tranquilizantes.
- Ubicación geográfica cerca del ecuador terrestre, donde los rayos UV son más fuertes. Es decir, que mientras más lejos estés de esa zona, correrás menos riesgos.
- Si vives o pasas mucho tiempo en lugares abiertos, en donde generalmente hay más cantidad de superficies reflectantes, como arena o nieve. En estos lugares los efectos se duplican. No así en los entornos urbanos, porque los edificios dan sombra.
- Si haces vida en zonas de mayor altitud, como montañas, donde la exposición a los rayos UV es más intensa.
- Cuando estás al aire libre entre las 10:00 a.m y 2:00 p.m, ya que en este periodo la exposición a los rayos UV es mayor,
No importa en cuál época del año estés viviendo, estas condiciones incrementan el riesgo de padecer daños oculares por la luz ultravioleta. Por esto es necesario tener especial cuidado.
Problemas oculares que se desarrollan por la exposición excesiva a los UV
Cada vez que decides estar bajo el sol sin protección ocular, aumentan las posibilidades de sufrir afecciones. De hecho, es ideal comenzar a tomar prevenciones desde la infancia, ya que hasta el 80% de la exposición a la luz solar ocurre antes de los 18 años.
Entre tanto, la visión se verá afectada, incluso tras una exposición corta. Existen varias enfermedades que se desarrollan o agravan por los rayos UV. Veamos:
Degeneración macular
En las zonas ubicadas en el centro del campo visual hay pérdida de la visión. En algunos casos, se deteriora la zona media de la retina. En otros, se producen filtraciones en los vasos sanguíneos que se ubican debajo de ella.
Cataratas
El cristalino se torna opaco, cuando debe ser transparente. Diversas estimaciones señalan que el 10 por ciento de estos casos se producen directamente por exposición a los rayos UV.
Pterigión
También se le conoce como “ojo de surfista”. Tiene que ver con un bulto benigno que crece en la capa de la conjuntiva, exactamente sobre la zona blanca del ojo. Algunas investigaciones relacionan la luz ultravioleta del sol con esta afección.
Cáncer de piel
Esta enfermedad se puede desarrollar en la piel que se extiende alrededor de ambos párpados.
Fotoqueratitis
Ocurre aunque estés poco tiempo expuesto al sol. Es una afección dolorosa cuyas consecuencias causan la pérdida momentánea de la visión.
Protege a los niños contra los rayos UV
La radiación UV del sol se acumula con los años. Es decir, que el peligro es latente mientras los niños crecen y pasan más tiempo expuestos a la luz del sol. Entonces, es evidente que debes empezar a tomar medidas con tus hijos, porque suelen divertirse mucho al aire libre.
De hecho, está comprobado que la mitad de la exposición ultravioleta sucede antes de los 18 años. Además, los infantes corren más riesgo de sufrir daños oculares, generados por los rayos UV. Esto sucede porque el cristalino es más transparente en edades tempranas.
Por esto, cómprales a tus hijos anteojos de sol, pero de buena calidad. Otra opción son los lentes fotocromáticos. También, procura que usen sombreros cuando estén jugando, esté el día soleado o no, ya que las nubes no bloquean los rayos solares.
Mejora tu salud visual con ayuda de los lentes de sol
Los mejores aliados para evitar los efectos adversos de los rayos ultravioleta son las gafas de sol. ¿Sabes cuáles son los parámetros adecuados a la salud que deben cumplir?:
- Bloquean si no un 100 por ciento, un 99 por ciento la radiación de UVA y UVB.
- Filtran entre 75 a 90 por ciento toda la luz visible.
- Tienen marcos ceñidos a la piel de estilo envolvente para limitar la cantidad de luz que pasa por los lados.
- Son grandes para brindar una medida adicional de protección.
Los lentes solares polarizados también son una excelente opción, ya que brindan protección UV del 100 por ciento. Con ellos percibirás mejor los colores y sentirás menos fatiga ocular. Son ideales si practicas snowboard o esquí.
¿Practicas deporte? Emplea gafas de sol de alto rendimiento o, por lo menos, unas diseñadas especialmente para la actividad. Por otra parte, si usas lentillas, estas deben actuar eficazmente durante la exposición a rayos UV.
En cambio, si tu trabajo es en zonas muy expuestas, procura que los lentes estén fabricados de policarbonato. Cualquiera que elijas, póntelos incluso si hace sombra o estás en invierno.
Usa sombreros para una mejor protección
Lleva el sombrero de tu preferencia aunque te estés protegiendo con gafas solares. La particularidad a considerar es que debe ser de ala ancha. De esta manera, reducirás hasta en un 50 por ciento los efectos de los rayos UV.
De todos modos, antes de comprar algún sombrero o estuche para lentillas, visita a un especialista. Primero, evaluará tu salud ocular y luego te indicará, por ejemplo, las características de refracción o graduación que deben tener tus anteojos solares.