¿Puede la artritis reumatoide afectar los ojos y su salud visual?
Enrojecimiento, dolor e inflamación son algunas consecuencias que provoca la artritis reumatoide (AR) en la salud visual. No te lo esperabas, ¿cierto? Entendemos que ni siquiera las asociaras, pero sí: esta enfermedad guarda mucha relación con los ojos.
Por lo general, no prestamos atención a las afecciones de las articulaciones. Sin embargo, es importante considerar que, la artritis reumatoide, como trastorno inflamatorio y autoinmunitario, afecta los tejidos del cuerpo.
¿El signo principal? El revestimiento de las estructuras antes mencionadas, haciendo que se pongan rígidas, se hinchen y duelan. No obstante, otras partes que resienten esta anomalía son los vasos sanguíneos, la piel y, como ya dijimos, los ojos.
Si bien este no es un patrón que se desarrolla en todos los casos, no te debe extrañar que el médico lo detecte. Continúa leyendo el artículo que hemos preparado para ti. Cuando termines conocerás todas las implicaciones de esta enfermedad.
Artritis reumatoide y salud ocular
Cuando los tejidos sanos del cuerpo son atacados erróneamente por el sistema inmunitario ocurre la AR. ¿El foco principal? Afecta a los tejidos que contienen colágeno y algunas partes de los ojos tienen este componente. ¿Quieres saber específicamente cuáles?
- La parte blanca del órgano o esclerótica
- La estructura transparente que se ubica en la parte frontal o córnea
Por otro lado, los medicamentos recetados para tratar la AR contribuyen a que aparezcan afecciones oculares. La más común es la sequedad, una indisposición del globo ocular que crea las condiciones para que broten infecciones en la córnea o esclerótica.
De hecho, es probable que esta sea una señal de que estás padeciendo el síndrome de Sjögren, otro trastorno autoinmune asociado a la AR. En cualquiera de estos casos y cuando hay dolor o cambios en la visión, es inminente que visites al especialista.
Síntomas oculares de la artritis reumatoide
En 2021 un grupo de investigadores realizó una revisión de 3.304 estudios sobre el tema. Encontraron que de cada cinco pacientes con AR, uno presentaba problemas oculares. Ahora bien, los síntomas que aparecen con más frecuencia son:
- Sensibilidad a la luz
- Sequedad
- Dolor
- Visión borrosa o arenosa
- Irritación
- Sensibilidad a la luz
- Enrojecimiento
- Ojos llorosos
5 Trastornos oculares relacionadas con la artritis reumatoide (AR)
Después de que el sistema inmunológico falla, se produce la inflamación de los tejidos. Esto acarrea distintas complicaciones. Unas aparecen en los ojos por efecto directo de la AR y otras están relacionadas con trastornos asociados.
Por ejemplo, la inflamación genera enrojecimiento, ya sea por epiescleritis o escleritis. Así pues, el síndrome de Sjögren hace que se desarrolle la queratoconjuntivitis seca u ojos secos. También, es normal que te dé uveítis, es decir que se hinche la capa media del ojo.
En breve hablaremos sobre las afecciones oculares más comunes:
1. Síndrome del ojo seco o sequedad ocular
El 15% de la población general llega a padecer esta afección en cualquier momento. Sabrás que tienes ojo seco cuando presentes incomodidad por ardor, dolor, irritación, picazón, sensación de arenilla en la vista, sensibilidad a la luz o presión en los ojos.
Hasta ahora, no parece nada grave. Pero, ¿qué tiene que ver la AR? En ocasiones, las personas que la padecen desarrollan el síndrome de Sjögren, una condición donde las glándulas que secretan líquidos son afectadas por los glóbulos blancos.
En este sentido, las glándulas lagrimales pierden su funcionamiento. Por esto, al no haber algo que produzca líquido para limpiar, lubricar y proteger el ojo, se genera la sequedad de toda la zona, causando malestar e incomodidad.
2. Escleritis
Cuando la esclerótica se inflama aparece la escleritis. La Academia Estadounidense de Oftalmología asegura que es normal que los pacientes con AR padezcan este trastorno. De hecho, la enfermedad de Sjögren también interviene.
En principio, es común el enrojecimiento de la parte blanca del ojo y su posterior inflamación. Para paliar los signos de esta situación no sirven gotas lubricantes. Además de esto, es posible que presentes:
- Lagrimeo excesivo
- Dolor
- Pérdida de la visión, total o parcial
- Visión borrosa
- Sensibilidad en el ojo y hasta en varias zonas de la cara o la cabeza
- Sensibilidad a la luz
En este panorama la intervención inmediata de un oftalmólogo es vital. Si los síntomas empeoran, la córnea se verá afectada con raspaduras, cicatrices o úlceras. ¿El resultado? Altas posibilidades de que pierdas permanente de la visión.
Incluso, otra consecuencia de actuar de forma tardía es la alta probabilidad de que experimentes escleritis necrosante, que es la forma más grave de esta enfermedad vinculada a la artritis reumatoide.
3. Queratitis
En la parte frontal del ojo se encuentra una cúpula transparente: la córnea. Cuando se inflama estamos en presencia de queratitis. A esto debemos sumar que la afección llega acompañada de otros problemas en la visión como:
- Dificultad para abrir los párpados
- Dolor
- Sensibilidad a la luz
- Irritación
- Sensación de que algo está en el ojo
- Enrojecimiento
- Lagrimeo o secreción excesiva
Esto también debes tratarlo rápidamente con un especialista. De lo contrario, aparecerán cicatrices o se producirá un adelgazamiento de los bordes o del centro de la córnea que, en un futuro, acarreará la pérdida permanente de la visión.
4. Uveítis
En la parte media del ojo encontramos la úvea. Cuando aparece la uveítis, la zona se inflama, ya sea en su parte frontal, media o posterior. De hecho, no es excluyente. En casos severos todas estas regiones se ven afectadas.
Estas son algunas señales de que tienes uveítis:
- Ojo rojo, con o sin dolor
- Visión borrosa
- Sensibilidad a la luz brillante
- Flotadores repentinos en el ojo o manchas oscuras en el campo visual
5. Síndrome de Sjögren
Es un trastorno autoinmune que suele desarrollarse al mismo tiempo que la artritis reumatoide. Específicamente, daña las glándulas que proporcionan humedad al cuerpo. En este sentido, acelera la aparición de sequedad ocular, picazón, incomodidad y dolor.
Este cuadro provoca el lagrimeo excesivo para paliar los efectos de la sequedad. Ahora bien, los vestigios que deja en otras partes del cuerpo, como las úlceras en la boca, piel agrietada, dificultad para tragar o hablar, también contribuirá a que sufras fiebre alta.
¿La ceguera es una efecto directo de la AR?
Como en toda enfermedad, la clave es actuar de forma preventiva y oportuna. Cada una de las afecciones anteriores son tratables. Sin embargo, retrasar la visita al médico ocasionará daños graves y lamentables, como la ceguera permanente.
Aunque la AR genera las condiciones para que aparezcan y se desarrollen, no es culpa de ella que tu salud visual sufra. El tratamiento oportuno evitará consecuencias mayores. De hecho, lo más recomendable es ir al oftalmólogo apenas sea diagnosticada la AR.
¿Cómo se diagnostican las complicaciones oculares que se relacionan con la AR?
No necesitas esperar a que un síntoma como los que mencionamos anteriormente aparezca. Cuando asistas a la consulta, el experto en salud visual te interrogará para conocer tu historial médico. Luego hará exámenes para detectar posibles afecciones.
Usará un microscopio, llamado lámpara de hendidura, y en caso de inflamaciones tal vez recomiende hacer ecografías o tomografías computarizadas. De esta manera, evaluará el tratamiento para prevenir o tratar la afección ocular.
Tratamiento para las enfermedades visuales relacionadas con la Artritis Reumatoide
Es imposible que se establezca un solo tratamiento para todas estas enfermedades. Cada una tiene sus características y niveles de gravedad. Aun así, tenemos parámetros generales que te servirán según el malestar.
Para abordar la sequedad, los médicos indican:
- Lágrimas artificiales (compra: gotas para ojos secos)
- Compresas frías
- Tapones lagrimales
- Gotas para los ojos inmunosupresoras
- Gotas de suero sanguíneo autólogo. Cada dosis imita las vitaminas y otros componentes de crecimiento que aportan las lágrimas
- Insertos oculares desechables, ya que actúan contra la sequedad al liberar lentamente lágrimas artificiales
Ahora bien, si lo que obstaculiza tus funciones diarias es la escleritis, el tratamiento corresponderá a la fase en la que se encuentre la afección. Cuando la inflamación es leve o está en su etapa uncial, el oftalmólogo quizás te exhorte a emplear:
- Gotas antiinflamatorias
- Corticosteroides orales a corto plazo
En casos más graves, el especialista deberá actuar de forma conjunta con el reumatólogo para cambiar la medicación que usas para controlar la AR. En este contexto es posible que se sumen inmunosupresores.
En este punto el objetivo será disminuir la actividad del sistema inmunitario y reducir el riesgo de daño ocular permanente.
Efectos secundarios de los medicamentos
Como has visto, muchos medicamentos recetados para tratar la artritis reumatoide pueden desencadenar problemas en la salud visual. Por ejemplo, los glaucomas y cataratas son consecuencias de los corticoides.
La hidroxicloroquina, en algunos casos, afecta la córnea, el cuerpo ciliar o la retina. En consecuencia, no dejamos de insistir en que debes evaluar constantemente el estado de tu vista. Y es que quizás solo sea necesario cambiar la dosis o el tipo de medicamento.
Ahora bien, toma en cuenta que estos problemas oculares no siempre son síntomas de que padeces AR. Si bien la posibilidad es alta, es probable que la causa del malestar en la vista se deba a otras condiciones.
Para determinar el estado de tu cuadro clínico, lo ideal es que no dejes de asistir a tus citas médicas. La AR es una enfermedad que se trata de forma constante, en especial si sabes que otras partes del cuerpo, como los ojos, se pueden ver afectados.