Las infecciones oculares más comunes

¿Sientes que tus ojos te pican mucho? ¿Los ves rojos o hinchados? Posiblemente, alguna infección ocular te está perjudicando. Estas son patologías muy comunes en pacientes de todas las edades, que deben tratarse rápidamente para evitar el dolor y daños posteriores.

Existen tres tipos: fúngicas, virales y bacterianas. Es factible curar muchas de ellas por sí solo. Otras, empeoran con el tiempo, si no cumples un buen tratamiento. De hecho, por su gravedad, la pérdida permanente de la visión puede ser uno de los resultados fatales.

No obstante, se detectan rápido y, por ende, su tratamiento es fácil de determinar. Aquí, encontrarás las más comunes.

¿Microbiota ocular?

En varias zonas del cuerpo viven hongos, bacterias y arqueas buenas, cuya función es garantizar que nuestra salud se mantenga en buen estado. Todas ellas conforman el microbioma humano. Específicamente, actúan en:

Piel
La mucosa oral
En la saliva
El tracto gastrointestinal
La conjuntiva

En esta última zona, que se ubica en los ojos, están presentes bacterias en pequeñas cantidades. Son:

Chlamydia trachomatis
Chlamydophila pneumoniae
Haemophilus Aegyptius
Haemophilus Influenzae
Moraxella spp
Neisseria spp
Staphylococcus aureus
Staphylococcus epidermidis
Streptococcus viridians
Staphylococcus epidermidis
También alguna corineformes (domina la Propionibacterium acnes )
Y con menos frecuencia: Haemophilus sp, Neisseria sp, Staphylococcus Aureus, Estreptococos

Para que los ojos se mantengan limpios y libres de agentes extraños, la conjuntiva debe mantenerse lubricada. De esto se encargan las glándulas lagrimales cuando secretan de forma continúa las lágrimas.

Además de las bacterias mencionadas anteriormente, en este líquido están presentes bactericidas como el lisozima. De esta forma, los microorganismos se ven impedidos de asentarse y sobrevivir en las superficies epiteliales de los ojos.

No obstante, en muchos casos, algunos patógenos tienen la capacidad de combatirlos, como la Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis. Ambos, a través de mecanismos especiales, logran adherirse al epitelio conjuntival, generando las infecciones oculares.

Cuida tres áreas básicas

Entendemos este tipo de infecciones como cualquier afección causada por agentes extraños o microorganismos peligrosos. Exactamente, hongos, virus o bacterias. Por lo general ocurren en tres áreas específicas del ojo:

Conjuntiva: es la capa húmeda que brinda protección a dos zonas particulares. Primero, el interior de los párpados y, segundo, la superficie externa del órgano que no incluye la córnea.
Párpados inferiores o superiores
Córnea: es la capa transparente más externa del globo ocular.

Síntomas de las infecciones oculares

Varían según la persona afectada, la causa y el tiempo sin aplicar tratamiento. Se presentan de dos formas: individual o combinados. Estas son los más frecuentes:

Ojos secos, hinchados, llorosos o rojos
Dolor
Visión borrosa
Sensibilidad a la luz
Picazón
Secreción de materia ocular

Prevención de las infecciones oculares

Como son enfermedades visuales comunes, no hereditarias, es muy fácil prevenirlas. De esta manera, evitas contraerlas o contagiar a otras personas. Sigue estos pasos:

¿Debes tocar los ojos? Evita realizar esta acción antes de lavarte las manos.
¿Compartir toallas y sabanas? Debido a que son contagiosas, mientras que un miembro de la familia esté padeciendo alguna, queda prohibido compartir estos implementos. Más bien, asegúrate de que todos los días se use una limpia.
¿Qué pasa con el contacto físico? Debes esperar a que pase la infección para tocar a otras personas.
¿Puedes usar lentes de contacto? En estos dispositivos se alojan los microbios con facilidad. Es decir, al utilizarlos aumenta considerablemente la posibilidad de infecciones oculares. Por lo tanto, antes de manipularlos debes lavar tus manos.
¿Maquillaje y cosméticos faciales? No los emplees mientras tengas uno de estos malestares. De hecho, también son una vía potencialmente infecciosa.

7 Infecciones más comunes de los ojos

Son 7 las infecciones que, por lo general, atacan los ojos. Hablemos de ellas para conocer cómo se producen y, además, el tratamiento inicial al que debes recurrir en casa. Claramente, si empeora el malestar, te recomendamos que busques a un especialista.

1. Conjuntivitis

También, se le conoce como ojo de Madrás. Como lo dice su nombre, en este caso son los vasos sanguíneos de la conjuntiva los que se ven afectados por la acción de virus o bacterias. Es altamente contagiosa en su forma microbiana. No cuando es alérgica.

Normalmente, verás que tus ojos tienen un tinte rojizo. Entre tanto, se producirá una secreción acuosa y espesa al despertar. Adicionalmente sentirás mucha picazón y sensación de que un agente extraño invade tu ojo. Esto hará que se genere alta producción de lágrimas.

Si es bacteriana, durará un par de días. Por esto, emplea medicamentos para atacar esos microbios. Las gotas y ungüentos son una buena opción. Ahora bien, si es alérgica, toma antihistamínicos, los cuales vienen en gotas. De hecho, las gotas antiinflamatorias son aliadas.

Si, por el contrario, la conjuntivitis es viral, entonces no hay tratamiento para acabar con ella. Lo único que podrás hacer es esperar unos 7 o 10 días para que desaparezcan los síntomas. Mientras tanto, sigue las recomendaciones del médico y no dejes de lavarte las manos.

2. Orzuelo

Se presenta en forma de bulto o espinilla. Específicamente, nace en el borde externo del párpado. Es una infección bacteriana que surge por el mal funcionamiento de las glándulas sebáceas, ocasionado por el uso de aceites o materiales que provocan una obstrucción.

Sentirás lagrimeo, dolor, hinchazón y picazón. También aparecen costras alrededor de los párpados. Para aliviar y acabar con él, coloca paños húmedos y tibios por sesiones de 20 minutos. Hazlo varias veces al día. Además, toma analgésicos si los necesitas.

3. Queratitis

En este caso la córnea es el órgano afectado. Se desarrolla por parásitos, bacterias, virus y hongos. Incluso surge por lesiones en el ojo. Los más propensos a padecerla son quienes usan lentillas. Probablemente, sientas dolor cuando abras o cierres los ojos.

De ahí que sea inevitable que se te hinchen los ojos, que se produzca lagrimeo excesivo, sensibilidad a la luz y la sensación de que algún objeto esté atorado en la zona. Si es por bacterias, durará pocos días. Cuando la causa son los hongos, algunas semanas o meses.

En ambos casos, usa gotas según corresponda. Pero, si es viral, no hay manera de eliminar el virus. Aunque con algún tratamiento sugerido por el oftalmólogo, podrás calmarlo. Lamentablemente, son altas las posibilidades de que vuelvas a padecerla.

4. Blefaritis

Aparece como una inflamación de tipo bacteriana en los párpados. Tiene su origen cuando se produce la obstrucción en las glándulas de Meibomio, que se encuentran sobre la base de las pestañas. Sentirás dolor, ardor y enrojecimiento en los ojos.

De hecho, es probable que tengas la sensación de oleosidad. Por lo que, presentarás sensibilidad a la luz, acompañada de costras en la piel. Para contrarrestar los efectos, limpia la zona con toallas limpias, usa gotas o ungüentos con corticoides y toma antibióticos.

5. Uveítis

La capa pigmentada y central del ojo se llama úvea e incluye la coroides y el iris. Por varios motivos se desarrolla esta infección. En principio, debido a virus y lesiones. Sin embargo, la deficiencia en el sistema inmunitario también es una de sus causas.

Si no se trata, será inminente alguna consecuencia más grave, como la pérdida de visión. Por esto, usa lentes oscuros y antibióticos orales. También, compra gotas para aliviar el dolor. Podrían aconsejar el uso de gotas con corticoides o esteroides para la inflamación.

6. Celulitis

Se produce cuando alguna lesión o rasguño en el párpado u otro tejido alrededor del ojo se infecta por bacterias, como Staphylococcus o estafilococos. Por lo general, no duele ni causa molestias, únicamente genera hinchazón y enrojecimiento en la piel.

En este sentido, recurre a las toallas húmedas, así aliviarás la inflamación. Un especialista podría sugerir la toma de antibióticos orales. Por ejemplo, amoxicilina. En caso de que el paciente sea un niño de 4 años, es propicio acudir al oftalmólogo de inmediato.

7. Herpes ocular

Es altamente contagioso, porque se trata de una infección producida por el conocido virus simple (HSV-1). Es decir, no debes tocar a nadie que lo tenga activo. Sin embargo, no se transmite sexualmente, como pasa con las infecciones por HSV-2 (otro virus del herpes).

Los síntomas son irritación y dolor ocular. A esto debemos incluir inflamación de los párpados, visión borrosa, sensibilidad a la luz, lagrimeo, secreción espesa y acuosa. En este caso, el tratamiento contará de medicamentos antivirales, gotas y ungüentos tópicos.

Además, deberás tomar un algodón para hacer cepillado o desbridamiento de la córnea. De esta manera, se eliminan las células infectadas. En algunos casos, es probable que se extienda hacia otras zonas, por lo que deberás aplicar gotas oftálmicas con corticoides.

La importancia del oftalmólogo en el tratamiento de las infecciones oculares

Como verás, los síntomas de estas infecciones oculares duran pocos días. Aunque haya presencia de dolor, es corto el lapso en el que sufrirás las consecuencias. Esto no debe incidir en tu capacidad de respuesta. Rápidamente, debes buscar una solución.

Seguir el tratamiento para cada una de ellas es tarea sencilla, no tendrás problemas al hacerlos en casa. No obstante, si el caso empeora, por ejemplo, con pérdida de visión parcial o permanente, no dudes en visitar al oftalmólogo.

Evidentemente, las compresas, gotas y pomadas antibióticas son ideales. Vale la pena destacar que el especialista debe aprobar cualquier procedimiento que decidas ejecutar, en cuanto a fármacos.